Y además de presentarlo con todos los honores en Santa Ágata, lo harán acuñando una denominación que pretende desdibujar la frontera entre los todocaminos y los superdeportivos: SSUV, o Super Sport Utility Vehicle. Lamborghini no ha presentado ninguna novedad en el Salón de Frankfurt, pero nos ha conminado a volvernos a ver las caras el próximo 4 de diciembre. Será entonces cuando presenten en público al nuevo Lamborghini Urus, cuyo desarrollo y rumorología se ha extendido durante ya muchos años. ¿Qué sabemos hasta la fecha? ¿Estamos ante algo más que un todocamino sobrepotenciado al que vendría bien una dieta?
En la escueta nota de prensa que ha acompañado a este anuncio se habla de redefinir posibilidades, se habla de lujo y versatilidad, se habla de rendimiento SUV sin igual. Palabrería digna del mejor departamento de márketing, que tiene por delante una tarea titánica: convencer al mundo de que Lamborghini ha fabricado el todocamino más deportivo jamás creado. Deben hacer que olvidemos al nuevo Porsche Cayenne Turbo, al Audi SQ7 e incluso al Tesla Model X. Quieren que pensemos que han redefinido las normas del juego, y para ello, nos «calientan» con un vídeo téaser cargado de expectativas.
Lamborghini Urus
El problema de las expectativas es que hay que cumplirlas. Afirman que son una compañía que siempre ha roto las normas del establishment – mientras muestran un vídeo de Ferruccio Lamborghini, conocido por su afrenta a Ferrari – y que se atreven con terrenos no explorados, mientras un Lamborghini LM002 entra en escena. Prometen elevar el rasero por el que los todocaminos con aspiraciones deportivas son medidos. Y nos tientan con una silueta muy parecida a la del Lamborghini Urus Concept, que presentaran hace ya cinco años en un Salón de Beijing. En unos meses conoceremos su versión de producción.
Sabemos que este todocamino compartirá plataforma MSB con coches como el Bentley Bentayga, así que iros olvidando de un hipotético super-SUV de motor central. En sus entrañas latirán una nueva generación de motores V8 biturbo, que ya han sido estrenados por los Porsche Panamera y Porsche Cayenne, pero queda la esperanza de que cierto V10 atmosférico sea plantado en su vano motor. Eso sí que supondría una diferenciación muy marcada con respecto a sus rivales de grupo. Se espera que sea un coche especialmente capaz sobre el asfalto, y que además, no se amilane fuera de este. Como veis, las expectativas son muy altas.
¿Será Lamborghini capaz de cumplir nuestros salvajes sueños?