Ve reservando hueco en tu agenda para conocer al Rolls-Royce Cullinan, el primer SUV de Rolls-Royce y pesadilla del Bentley Bentayga. El próximo 10 de Mayo será presentado el Rolls-Royce Cullinan de forma oficial, descubriendo no sólo su diseño, sino todos los detalles que lo pretenden convertir en el SUV más ostentoso de todos los tiempos. El que se ha convertido en uno de los proyectos más ambiciosos y arriesgados de Rolls-Royce cuenta ya los días para llegar al mercado.
Aunque Rolls-Royce ha descubierto algunos – mínimos – detalles sobre el Rolls-Royce Cullinan y lo que será capaz de hacer fuera de asfalto, lo cierto es que todavía hoy apenas tenemos información de este modelo. Rolls-Royce ha guardado con gran celo el desarrollo de su primer SUV, confirmando tan sólo que se trata de un modelo desarrollado sobre la misma plataforma de aluminio del Rolls-Royce Phantom. A lo largo de la evolución del proyecto Cullinan han sido varias las ocasiones en las que Rolls y BMW han sacado pecho sobre esta nueva plataforma, una plataforma diseñada en exclusiva para los Rolls-Royce Phantom y Cullinan para así intentar marcar distancias con el Bentley Bentayga y el uso de una plataforma modular compartida con Audi Q7, Porsche Cayenne, Volkswagen Touareg, etc.
Rolls-Royce Cullinan
La pregunta del millón sobre el Rolls-Royce Cullinan gira en torno a su motor, sobre si será un V12 o no. Desde que arrancase el proyecto se ha dado casi que por hecho que el primer SUV de Rolls emplearía el motor V12 Twin-Turbo de BMW instalado en modelos como el propio Phantom o el Serie 7. Este movimiento sería muy lógico si tenemos en cuenta que el Bentley Bentayga sí que ofrece un 12 cilindros en su gama, aunque en configuración W12 haciendo uso del peculiar diseño de motor en W del Grupo Volkswagen. Si finalmente el Rolls-Royce Cullinan llegara al mercado con un más polivalente V8 no sería ningún drama, pero visto el objetivo de convertir al Cullinan en el SUV más ostentoso de su categoría, parece que el motor V12 sí que tendrá sitio bajo el capó del Cullinan.
En materia de diseño parece que Rolls-Royce no arriesgará con el Cullinan, reinterpretando lo ya visto en el Phantom, pero reinventando su zaga para acomodar el nuevo portón. En el exterior podemos esperar formas cuadriculadas, con líneas muy marcadas y un aspecto de tintes clásicos. En el interior todo apunta a que los cambios serán incluso menos sorprendentes con un habitáculo claramente inspirado en el Phantom, tomando de éste diseño, configuraciones y posibilidades en personalización. En el apartado tecnológico sí que se espera un despliegue incluso mayor al ya visto en el Phantom, incluyendo todas las novedades vistas en la gran berlina, pero integrando nuevas posibilidades gracias a su condición de novedad.