El CUPRA auténtico, el original, cae por fin en nuestras manos para traerte una prueba del CUPRA León 2.0 TSI de 300 CV. Sí, hablamos del motor más esperado del CUPRA León ahora que en su oferta tienes diferentes mecánicas disponibles. Y es que los fans de este Hot Hatch ansiaban saber si este nuevo CUPRA León sería capaz de seguir los pasos del anterior SEAT León CUPRA, un compacto deportivo que siempre fue una de las referencias de su categoría. ¿Seguirá siendo el CUPRA León ese Hot Hatch de referencia? ¿Es el motor 2.0 TSI de 300 CV la mejor compra para el CUPRA León?
Con la nueva generación del León, las versiones CUPRA ya no solo hablan de prestaciones, sino que ahora también hay cabida para otras formas de entender el coche compacto deportivo, destacando especialmente la llegada de dos híbridos enchufables. Por ello, cuando probamos por primera vez al CUPRA León con motor 1.4 eHybrid de 245 CV, no pudimos negar la realidad de que nos faltaba algo de chispa en este compacto.
CUPRA León
Con el desembarco del motor 2.0 TSI de 300 CV y 400 Nm en el compacto, y 310 CV y 400 Nm en el familiar con tracción total 4Drive, el CUPRA León recupera su receta original, aunque prometiendo una mejora global que justifica el salto generacional.
En nuestra prueba de hoy nos centramos en la carrocería compacta, lo que nos sirve para refrescar nuestras últimas oportunidades probando al SEAT León CUPRA en versión de 290 CV y su última evolución CUPRA R. Y dejando a un lado el apartado de diseño exterior e interior, donde obviamente el CUPRA León ha ganado enteros, hoy nos centramos en las sensaciones de esta configuración para descubrir si seguimos estando ante esa receta que muchos de vosotros esperaba con ansias.
Para resumir todo cuanto viene a continuación, solo diremos que tras apenas unos kilómetros al volante de este nuevo CUPRA León con motor de 300 CV percibes que la receta es prácticamente la misma, y eso amigos es algo muy positivo. Con el cambio que ha experimentado CUPRA, me temía un cambio de registro en el CUPRA León, pero lo cierto es que el regusto es muy similar, y las diferencias se pueden tildar realmente de matices.
El motor 2.0 TSI junto al cambio DSG de 7 relaciones sigue ofreciendo ese comportamiento apto para todos los públicos y usos. Tenemos par y potencia siempre disponibles, con empuje más que suficiente en la reserva y adaptándose a cualquier estilo de conducción. No es un motor explosivo que nos regale aceleraciones de infarto o un sonido gutural, pero a cambio sí que ofrece uno de los consumos más aquilatados de su clase con una medias que pueden moverse entre los 7,5 y 8,5 l/100 Km. La transmisión, solo forzándola al límite tienda a desobedecer, y aunque es cierto que echamos de menos al cambio manual, su combinación con el diferencial delantero controlado VAQ hacen que el CUPRA León traccione de forma sobresaliente. Obviamente, los neumáticos opcionales semislick Bridgestone Potenza Race (235/35 R19), también tengan buena parte de la culpa, pero lo cierto es que el agarre y control que ofrece este León es de lo mejor de su categoría.
La dirección de CUPRA es siempre sinónimo de buenas sensanciones, y aunque hemos perdido algo de información en esta última generación por culpa de la asistencia totalmente eléctrica, sigue ofreciendo un comportamiento excelente. Es rápida, transmite mucha confianza y la suficiente información como para saber cuándo estamos forzando la maquinaria.Además, junto al diferencial VAQ consiguen eliminar cualquier rastro de Torque Steer, añadiendo un subviraje mínimo que se puede eliminar si sabemos colocar bien el coche a la entrada de la curva. Y aquí conviene hablar del equipo de frenos Brembo opcional con discos delanteros autoventilados y perforados de 370 mm, un equipo que brilla por la potencia que ofrece y, sobre todo, por la resistencia que luce ante el abuso. No es un extra barato (3.144 euros en pack), pero si lo tuyo son los Track Days es un extra que merece la pena sopesar.
La suspensión adaptativa de 15 niveles (DCC) es posiblemente una de las mejoras más importantes que ofrece este CUPRA León, y en este caso es un elemento que permite modificar bastante el comportamiento del coche. No hay una diferencia sustancial entre los extremos, pero sí que nos permite disfrutar de un buen nivel de confort en la posición más blanda, o una firmeza notable en la posición más deportiva. Su personalización es la clave, y de hecho os recomiendo jugar con ella a través del modo «individual» para adaptar su tarado en función de cómo sea el firme de nuestra carretera favorita. Pues activar el modo CUPRA por defecto nos obliga a lidiar con una suspensión demasiado dura para firmes irregulares, por lo que es recomendable mantener cierto recorrido de suspensiones aunque llevemos motor, cambio y dirección en su modo más deportivo.
Hablando en plata, si eres ya propietario de un SEAT León CUPRA de última hornada, el cambio al CUPRA León no te va a suponer una mejora sustancial en el apartado dinámico, sí en equipamiento, asistencias, tecnología, etc. Pero si eres de los que en su momento no quiso, o pudo, comprarse un SEAT León CUPRA, y ahora sí puede plantearse esta posibilidad, sin duda el CUPRA León con motor 2.0 TSI de 300 CV ha conseguido evolucionar su receta manteniéndose aún así como una de las claras referencias entre los Hot Hatch.
