Es cuando descubres que la diversión al volante no la dan la potencia ni la velocidad, cuando te detienes a valorar la importancia de las sensaciones. Leyendas hay muchas, Porsche 911 o Ford Mustang son claros ejemplos, pero hoy nos fijamos en el Mazda MX-5, un roadster que rinde homenaje a sus 30 años de historia reafirmándose en su esencia nacida en 1989. Por ello hoy ponemos a prueba el Mazda MX-5 30 Aniversario, un coche que sirve para recordarnos cómo de divertido puede ser darse un atracón de curvas con una receta de vieja escuela que ni siquiera alcanza los 200 CV.
Mazda MX-5
Mazda y todos los clientes de Miata/MX-5 no pueden llevar equivocados 30 años, y es por ello que al contemplar el Mazda MX-5 30 Aniversario observo una receta evolucionada cuya máxima ha sido no cambiar su esencia. Como propietario de un MX-5 NB he de confesar que tengo cierta predilección por esta receta de la que hablamos, pero seamos francos, a qué petrolhead no le alegra ponerse a los mandos de un coche de vieja escuela como este MX-5 de cuarta generación por mucho que la electrónica, los SUV y el infoentretenimiento sean lo que más vende hoy.
En Iroshima han querido homenajear a su roadster con una serie limitada a tan solo 3.000 unidades de un MX-5 que aporta ligeros cambios más allá de lo estético. Obviamente el color Racing Orange exclusivo es el gran protagonista, una pintura que solo podrás ver en esta serie para cubrir toda la carrocería y que salpica también el interior a base de costuras y remates. A ello se añade unos asientos deportivos firmados por Recaro, tapizados interiores en alcántara, alfombrillas específicas, placa exterior conmemorativa, suspensión Bilstein, equipo de frenos Brembo para el eje delantero y unas preciosas llantas forjadas RAYS ZE40 en 17″. Sí, los cambios están y el extra de exclusividad se percibe, aunque no puedo negar que me habría gustado ver algún añadido más a modo de escape deportivo, kit de admisión…
De primeras ya os puedo adelantar que las fotos no hacen justicia a lo bien que luce la pintura de los 30 Aniversario al natural, al igual que tampoco pueden mostrar la cantidad de matices que ofrece esta tonalidad en función de la luz que incide sobre ella. Sí, es un naranja muy llamativo, de terminación sólida, pero que juega muy bien con las luces para regalar personalidad. Si las líneas de los «ND» ya hacen a este roadster llamativo, con esta configuración no volverás a pasar desapercibido.
Disponible tanto en versión Roadster (Soft Top) como RF, el Mazda MX-5 30 Aniversario es a nivel técnico un coche muy similar a cualquier MX-5 con motor 2.0 Skyactiv-G de 184 CV y acabado Zenith. En esta especificación cedida por Mazda nos encontramos de hecho con la carrocería RF y el cambio manual de 6 relaciones.
Sabiendo a qué MX-5 nos enfrentamos llega el momento de meternos en faena y descubrir qué puede hacer este roadster cuando se trata de sacar su lado más salvaje. La llegada del motor de 184 CV ha supuesto toda una revolución, pues esos 24 CV adicionales junto a las 700 rpm ganadas hacen que este motor brille aún más en comportamiento, ofreciendo un carácter muy progresivo y utilizable en todo el tacógrafo. Para colmo este motor brilla sobremanera en eficiencia siendo capaz de firmar medias en torno a los 7 litros, lo que hacen que las escapadas no supongan un duro revés para la cuenta corriente.
Llegados a mi tramo de curvas favorito es cuando puedo hablaros de lo excelente de su transmisión. Un cambio manual de 6 relaciones que es toda una institución en el mercado por su perfecto tacto y respuesta, permitiendo disfrutar de cada subida de vueltas como muy pocos deportivos. Esto se complementa por supuesto con una trasera ágil, también noble, pero que se gusta de redondear con movimientos suaves y fluidos mantenidos a ralla con un autoblocante. Las ayudas electrónicas están, pero además de una desconexión completa, también dejan jugar lo suficiente como para no echarlas de más. Por último nos encontramos con una dirección muy directa, de escaso filtro, y un equipo de frenos Brembo que se notan mucho más potentes y resistentes que el equipo original desde el primer instante.
De este modo el MX-5 30 Aniversario me hace no cansarme en ningún momento de un día así. Digerir kilómetros a base de carreteras de montaña es un obligado en este coche y créeme que nunca te sobrarán. Quizá el único punto discordante en este coche lo encuentre en un asiento del conductor demasiado estrecho para mi envergadura, algo que en conducción deportiva no molesta tanto, pero que tras varias horas terminó por castigarme las lumbares. El equilibrio entre confort y deportividad sigue siendo una máxima del MX-5 30 Aniversario, pero estos Recaro no me han convencido tanto pese a lucir un diseño y acabado exquisito.
Llega el momento de devolver este Mazda MX-5 y volver al mundo real, en mi caso ese MX-5 NB del que os hablé en un principio, y aunque las prestaciones y la tecnología se reducen considerablemente, la buena noticia es que la esencia roadster se mantiene con la consiguiente sorpresa y alegria que supone estar ante 20 años de diferencia para una misma receta. Dicho esto, me temo que de comparaciones os tendré que hablar otro día, en otro post en el que por supuesto espero veros.