Los amantes del todoterreno podemos respirar tranquilos. Esa es la reflexión a la que llegué tras poner al límite las capacidades todoterreno del Jeep Wrangler 4xe en nuestro circuito de pruebas 4×4 Raid Aventura, la primera versión híbrida enchufable del popular todoterreno americano. La llegada del motor eléctrico al mundo del 4×4 despierta sentimientos encontrados con razón, pues efectivamente trae consigo importantes ventajas, aunque también algunos inconvenientes. Sin embargo, acompañadnos en este análisis, porque os prometo que después de esta vídeo prueba veréis con otros ojos el futuro del todoterreno.
Jeep ha sido la primera marca en apostar por la electrificación en el mundo del 4×4, sin embargo poco han tardado otras marcas en seguir sus pasos como bien demuestra el Land Rover Defender P400e, y no tardaremos mucho más en ver otras apuestas todavía más ambiciosas como la del Mercedes EQG. Sí, el motor eléctrico ha llegado para quedarse, y es por eso por lo que es importante darle una oportunidad para saber qué puede ofrecer, tanto para bien como para mal.
Jeep Wrangler
Lo primero que debemos hacer es conocer cuál es la receta del Jeep Wrangler 4xe, descubriendo que el fabricante americano ha planteado este híbrido enchufable bajo la máxima de no alterar sus capacidades off-road. Para conseguirlo, la electrificación del Wrangler se ha producido sin comprometer su sistema de transmisión y tracción total. Tanto es así que incluso el Wrangler 4xe se vende en versión Rubicon, que es obviamente la que hemos probado en este análisis por ser la más capaz.
El propulsor híbrido enchufable del Wrangler 4xe cuenta con una potencia máxima de 381 CV y un par máximo de 637 Nm, siendo ambas cifras resultado de la combinación de un motor gasolina 2.0 Turbo, dos motores eléctricos y una batería de 17,3 kWh. La transmisión es automática de 8 relaciones por convertidor de par, alojando el motor eléctrico impulsor en su interior, lo que permite a este Wrangler poder circular en modo totalmente eléctrico a velocidades de hasta 130 Km/h y con un alcance de hasta 50 Km según el ciclo WLTP.
A lo largo de nuestro análisis enfrentamos al Wrangler 4xe a nuestras pruebas más duras del circuito: subida en pendiente con cruce de puentes, la pesadilla blanca o la batidora, realizando algunos de los intentos incluso en modo totalmente eléctrico o sin energía en las baterías para así llevar al límite las capacidades del coche. El resultado de cada una de estas pruebas no podía ser más contundente, y hasta sorprendente, pues el Wrangler híbrido enchufable no solo consigue superar la práctica totalidad de los obstáculos, sino que lo hace con pasmosa sencillez y autoridad. Aún así, hubo un obstáculo que no fue capaz de superar, pero para saber cuál es tendrás que ver el vídeo que te hemos preparado, créenos que merecerá la pena.
Dicho esto, la electrificación del todoterreno nos ha demostrado que hay grandes ventajas en este futuro que se nos presenta: elevado par instantáneo, posibilidad de prescindir de elementos mecánicos o menor presencia de vibraciones y sonoridad durante la conducción. Pero también hemos descubierto inconvenientes que requieren ser trabajados como el sobrepeso que supone la electrificación por culpa de las baterías (alrededor de 350 Kg en este Wrangler), difícil dosificación del alto par disponible a baja velocidad y mayor complejidad del sistema de propulsión en el caso de los híbridos al combinar dos motores diferentes y todos sus componentes auxiliares.