El Lexus RX 450h es un SUV premium con mucha personalidad. Entre los SUV grandes premium que aspiran a rivalizar con el Lexus RX nos encontramos con modelos europeos de larga tradición, calidad y presencia comercial, entre los que destacan coches como el Volvo XC90, el Audi Q7, el BMW X5 o el Mercedes GLE. Diferenciarse de los europeos no es sencillo, y es por ello que el RX se presenta con una filosofía muy marcada y coherencia en todos los aspectos que dan forma al vehículo. Precisamente, esto último es de lo que os queremos hablar en esta vídeo prueba.
El Lexus RX es un coche con una personalidad claramente marcada. Esto es ya patente en su diseño, marcadamente japonés y cuajado de detalles del lenguaje estilístico L-Finesse. La calandra tiene un gran protagonismo, así como unas ópticas muy afiladas y un perfil lateral cuajado de nervios de expresión. Aunque su exterior pueda ser más agresivo, su interior es serenidad, calidad y omotenashi. Este vocablo hace referencia a la hospitalidad japonesa, patente no solo en su calidad o materiales, si no por cómo el coche nos recibe.
Lexus RX
El asiento y el volante se apartan de nosotros, y vuelven a su posición cuando presionamos el botón de arranque. Todo queda muy a mano, y todos los controles tienen una ergonomía impecable que evita distracciones, a excepción, eso sí, del trackpad mediante el que manejamos el equipo de infoentretenimiento.La única versión que se comercializa del Lexus RX es la denominada Lexus RX 450h, con una mecánica híbrida no enchufable que combina un motor V6 de 3,5 litros atmosférico (de 263 CV y ciclo Atkinson) con dos propulsores eléctricos.
Uno da potencia al eje delantero y otro está situado en el eje trasero, sin conexión con el resto de la mecánica. En conjunto, permiten entregar un total de 313 CV, que se despliegan de forma muy refinada y muy suave. Además de ser un coche que puede ser muy eficiente – mucho más que sus rivales con motores de gasolina, e incluso más eficiente que rivales diésel – es un coche muy bien aislado, cómodo y de carácter rutero. No es un coche para irse de curvas ni dinámico: su personalidad está muy marcada, y no es una personalidad deportiva.
En esta prueba, el Lexus RX 450h consigue demostrarnos que es posible diferenciarse de forma clara del grueso de todocaminos del mercado. Solo hay que mantener la compostura y tener una personalidad coherente con lo que se predica.