En esta prueba del BYD Seal vamos a analizarlo a fondo en todos los aspectos relevantes y vamos a intentar compararlo con su rival y objetivo directo, el Tesla Model 3. Nos hemos desplazado a Alemania, al sur de Munich, para hacer la primera prueba dinámica de esta berlina deportiva 100% eléctrica que se presenta como «revolucionaria» en el mercado, según el texto que nos facilita la propia marca, y que llegará a los concesionarios en el último trimestre de 2023. Veamos.
El BYD Seal es una berlina de 4,80 m de largo que cuenta con diferentes elementos innovadores que deberían convertirlo en un rival temible para el Tesla Model 3. Su batería es de Litio Ferro Fosfato (LFP), una química poco habitual cuyas ventajas e inconvenientes veremos más adelante. También incorpora innovaciones en su estructura constructiva y cuenta con un nivel tecnológico sublime en todos los aspectos. Para empezar, echemos un vistazo a su diseño.
BYD Seal
Diseño exterior del BYD Seal
El BYD Seal (foca, en inglés) es una berlina deportiva de 4,80 m de longitud, lo que la sitúa en el segmento «D» como rival del Tesla Model 3.
Longitud: 4.800 mm
Anchura: 1.875 mm
Altura: 1.460 mm
Batalla: 2.920 mm
Su diseño exterior está inspirado en motivos marinos y lo cierto es que sí se aprecia una gran fluidez en sus líneas. El frontal es bajo y afilado, los faros tienen rasgos asiáticos y en la parte inferior encontramos su firma lumínica basada en sendas luces led a cada lado del coche en forma de «X».
En el perfil llama la atención la enorme batalla, que deja unos voladizos muy pequeños y hace parecer el coche algo más corto de lo que realmente es. Esa misma batalla es la que permite la gran habitabilidad interior que veremos después. El perfil está aderezado con tiradores enrasados con la carrocería, llantas muy cerradas y una característica caída de techo muy gradual, todo ello para propiciar un coeficiente de penetración aerodinámica Cx de 0,219, muy bajo incluso en el segmento de las berlinas eléctricas.
La trasera es quizás lo menos destacado, con dos ópticas unidas por la típica luz transversal continua y unas líneas muy sencillas. El coche, en conjunto es moderno, atractivo, deportivo y bien proporcionado.
Ventajas de los nuevos fabricantes de coches eléctricos, como BYD
Los nuevos fabricantes de coches eléctricos tienen una gran ventaja sobre los constructores tradicionales porque diseñan, desarrollan y fabrican casi todos los componentes de sus coches, mientras que los fabricantes tradicionales recurren a decenas o cientos de proveedores externos.
En el BYD Seal esta integración vertical ha servido para introducir dos innovaciones muy interesantes: La primera es la integración de la batería en la estructura del vehículo para aumentar la rigidez y reducir la masa.
La segunda ventaja es la integración de toda la propulsión eléctrica en un único conjunto 8 en 1, todo ello fabricado por BYD:
1. Unidad de control del vehículo
2. Sistema de gestión de batería
3. Inversor
4. Unidad de distribución de potencia
5. Convertidor de corriente DC-DC
6. Cargador de a bordo
7. Motor
8. Transmisión
La eficiencia total de este conjunto 8 en 1 es del 89%, siendo la eficiencia del motor del 97,5%
Por último, al ser todo el software propio, las unidades de control hablan el mismo idioma, se comunican perfectamente y se pueden actualizar a la vez, cosa que un fabricante tradicional no podría hacer al ensamblar sus coches con componentes de terceros.
Diseño interior del BYD Seal
La calidad interior del BYD Seal, tanto en materiales como en acabados es sobresaliente, me atrevería a decir que roza las calidades Premium y, desde luego, en un segmento de eléctricos en los que lo normal es el ahorro de costes extremo, destaca muy por encima de la media y destaca muy por encima de su referencia y rival directo, el Tesla Model 3.
Contamos con un cuadro de mandos 10,25” tras el volante, de alta resolución, buena luminosidad y con información abundante y clara. Este cuadro de mandos se ve complementado con un head-up display proyectado sobre el capó con información a todo color sobre velocidad, control de crucero, límites de velocidad y otras indicaciones importantes, aunque no cuenta con información de navegación proyectada.
La pantalla central es gigantesca, de 15,6”, y rotativa, de tal forma que se puede situar en posición vertical u horizontal. El sistema es fluido y claro, aunque hay un número de menús y apps tan grande que habría que estudiarlo durante semanas para abarcarlo por completo. Aún así lo esencial está a mano y da la sensación de que no han ahorrado en costes para que funcione a la perfección.
En la consola central destaca una palanca de cambios transparente y los mandos físicos que están situados a su alrededor, que incluyen algunos accesos directos al climatizador, el volumen del audio, los modos de conducción y dos o tres elementos vitales más. Se echan en falta mandos físicos para el climatizador, que sólo podemos encender y apagar mediante botones, pero no regular.
A esta excelente calidad percibida hay que añadir el doble cristal de las puertas delanteras como aislante térmico y acústico, la doble toma de carga inalámbrica de la consola central y un equipo de sonido de primer nivel cuya calidad pudimos comprobar de primera mano.
La carga tecnológica es apabullante: lleva todos los sistemas de seguridad y asistencia a la conducción conocidos por el ser humano, hasta el punto que se hacen casi excesivos, como veremos después.
En el lado negativo, hay que decir que los aireadores no se pueden ni orientar ni cerrar. Así pues, con el clima encendido, recibiremos dos chorros de aire directamente en la manos y el cuerpo, lo que nos va a obligar a ponerlo en modo manual para bajar al menos la intensidad. Tenemos un clima automático que es difícil de mantener en modo automático por culpa de este pequeño detalle.
Plazas traseras del BYD Seal
El acceso al asiento trasero es bueno, ya que la batalla es muy grande, la puerta también y el asiento está bastante alto, condicionado por el espesor de las baterías en el fondo del coche. No sería difícil colocar niños desde fuera en este asiento, a pesar de ser una berlina bastante baja.
Una vez dentro el espacio longitudinal es enorme hasta el exceso. De hecho se diría que han priorizado la sensación interior de limusina sobre la posibilidad de llevar más cosas en el maletero, como veremos después, en una tendencia que ya hemos visto en otros automóviles chinos y que parece ser un criterio de diseño asiático: los pasajeros primero.
Tres personas cabrían a lo ancho, pero la plaza central es la más pequeña e incómoda, a pesar del piso perfectamente plano. Contamos con amenidades como aireadores propios para las plazas traseras y tomas USB-A y USB-C ocultas bajo una pequeña tapa. Muy bien.
La guinda del pastel es el techo panorámico de cristal 1,3 m2 de superficie, que otorga mucha luminosidad a las plazas traseras y un aire de amplitud a todo el vehículo.
Maleteros del BYD Seal
El BYD Seal cuenta con un maletero trasero muy profundo de 400 litros, que adolece de falta de altura y anchura y de una boca de carga francamente estrecha. Es una pena, porque en una berlina de 4,80 m de longitud bien se podría haber dedicado más espacio al equipaje, aunque fuese a costa de sacrificar algunos de los centímetros que disfrutan los pasajeros traseros y que tal vez sean incluso excesivos.
Si se tratase de un diseño europeo me cuesta creer que no se hubiese «rascado» un maletero de 500 litros restando un mínimo de espacio para las piernas atrás, pero es cuestión de prioridades.
El pequeño maletero delantero alojado bajo el capó cuenta con 53 litros, apenas suficiente para alojar los cables de carga.
Versiones y precios del BYD Seal
Antes de conducirlo, vamos a pararnos un momento en las versiones que ofrece el Seal:
La versión básica, denominada Design, cuenta con tracción trasera, 313 CV de potencia máxima y acelera de 0 a 100 en 5,9 segundos. Su autonomía es de 570 km en ciclo WLTP.
El tope de gama se llama Excellence, cuenta con un motor por eje, 530 CV y acelera de 0 a 100 en 3,8 segundos. Su autonomía es de 520 km.
El año que viene estará disponible una versión adicional más accesible con menor batería que, presumiblemente, nadie comprará y será retirada del mercado poco después.
La batería es en ambos casos la misma, con 82,5 kWh de capacidad neta y una carga máxima de 150 kW en corriente continua.
En el momento de escribir este artículo no tenemos información de precios, aunque es de suponer que la versión más cara no debería superar los 50k € si pretende competir con el Tesla Model 3 Long Range AWD y la más barata no debería superar los 45k € si quiere ser competitiva contra el Model 3 RWD Long Range. Por encima de ahí creo que lo va a tener difícil en el mercado tal como están ahora los precios de Tesla.
Dinámica de conducción del BYD Seal
Además de la excelente postura de conducción, que me atrevería a calificar de perfecta, el BYD Seal tiene un delicioso tacto deportivo que lo hace muy agradable y divertido de conducir. La potencia sobresaliente de los dos motores, su capacidad de tracción, su tacto en curva y la precisión exquisita de la dirección lo convierten en una fantástica berlina deportiva para disfrutar al volante sin más límite que la duración de las pilas.
El tacto de conducción es magnífico, pero el Seal tiene también una importante asignatura pendiente: el abrumador intervencionismo de los sistemas de ayuda a la conducción y sobre todo las alarmas: cada vez que arrancamos el coche hemos de desactivar todos los avisos, pues en caso contrario el coche va pitando cada vez que nos acercamos a una línea o nos pasamos el límite de velocidad por 1 km/h incluso con el control de velocidad activado. Un buen sistema de seguridad debería ser mucho más permisivo.
Baterías LFP
Hablemos ahora de baterías. Las del Seal son de tipo LFP, es decir, de Litio Ferro Fosfato. Su estructura en láminas las hace muy compactas y fáciles de refrigerar pero es necesario entender bien las ventajas e inconvenientes de esta química:
VENTAJAS de LFP frente a Ion-Litio:
a. Más estables químicamente y más seguras ante impactos y perforaciones
b. Mayor vida útil, más ciclos de recarga con menor degradación
c. No contienen metales pesados, como el cobalto o el níquel, por lo que son más limpias y fáciles de reciclar.
d. Son más baratas de fabricar, lo que debería repercutir en el precio del coche.
INCONVENIENTES:
e. Admiten menor voltaje de trabajo
f. Menor densidad energética
La menor densidad energética las hace aún más grandes y pesadas para almacenar la misma cantidad de energía. Probablemente esté ahí una gran parte de los 350 kg extra que pesa un BYD Seal con baterías LFP respecto a un Tesla Model 3 con baterías de Ion-Litio para versiones similares. Son muchos kilos.
El BYD Seal cuenta con 6 años de garantía total y 8 años para la batería y los motores eléctricos.
Conclusiones
A lo largo de esta primera toma de contacto nos hemos encontrado con un coche soberbio en algunos aspectos como calidad, acabados o tacto de conducción, pero con algunos puntos no tan brillantes como el excesivo del intervencionismo de los sistemas de asistencia, un maletero algo justo y una autonomía que se queda por debajo de Tesla, por bastante, a pesar de llevar más batería.
En los términos en los que estaba planteada la prueba, podemos concluir que el BYD Seal es un coche vanguardista, pero no revolucionario, y que, siendo un rival temible para el Tesla Model 3 tendrá que enfrentarse al desconocimiento absoluto de la marca por parte del público en general y a unos precios que no deberían superar a los de su rival americano si pretenden vender una cifra relevante de Seal en España.