El SEAT Arona fue lanzado al mercado en el lejano año 2017, y en 2021 recibió un lavado de cara. A la hora de encarar su sexto año de comercialización, nos preguntamos si sigue siendo un producto relevante, especialmente ante un flujo constante de lanzamientos en uno de los segmentos más calientes del mercado: los B-SUV o crossover urbanos. En este artículo – y su correspondiente prueba en vídeo – os hablaremos del SEAT Arona 2023 y os contaremos las 5 cosas que mas nos gustan, y las 5 que menos.
El lavado de cara que el SEAT Arona recibió en 2021 fue relativamente ligero. En el exterior, más allá de nuevos colores y llantas, recibió una nueva calandra y unos pequeños faros integrados en el paragolpes, además de nuevos paragolpes traseros y una nueva versión Xperience de aspecto más aventurero. Los cambios más importantes se centraron en su interior, con un salpicadero ahora construido en plástico blando, una pantalla más grande para el sistema de infotainment y detalles curiosos como aireadores retroiluminados en el salpicadero.
SEAT Arona
Con estos cambios, el SEAT Arona se siente relativamente fresco, pero tiene un diseño que podríamos considerar relativamente conservador.
5 cosas que nos gustan
Dinámica excelente
El SEAT Arona es el crossover urbano más dinámico del segmento, sin entrar en versiones deportivas. Comparte plataforma y mecánicas con el SEAT Ibiza, y cuenta con una puesta a punto muy ágil para su bastidor. Es un coche ligero, con una dirección relativamente comunicativa y una mecánica, en esta unidad, de 150 CV. Tiene prestaciones muy ágiles e incluso podemos rodar a ritmos elevados en un tramo revirado. La contraparte es una suspensión tirando a firme que puede molestar al pasaje en firmes rotos, aun siendo correcta para el día a día.
Buen maletero
Aunque solo mide 4,14 metros de longitud, el SEAT Arona puede presumir de un maletero de 400 litros de volumen. Es un maletero más grande que el de un SEAT León. Sus formas son muy regulares y tiene una boca de carga ancha, además de estar situada a una altura del suelo correcta. La bandeja de carga queda enrasada con la boca de carga y se puede colocar a una altura inferior si deseamos obtener un poco más de espacio. Cuenta con una rueda de repuesto tipo galleta y se forma una superficie plana al abatir los asientos traseros.
Tecnología de primer nivel
El SEAT Arona tiene una instrumentación digital de 10,25 pulgadas. Es una de las mejores del mercado, y lo es gracias a su fluidez, su resolución y su brillo, pero también gracias a sus múltiples vistas y las enormes posibilidades de personalización que ofrece. El equipo de infoentretenimiento también posiciona al Arona por encima de la media del segmento a nivel tecnológico. Sus pantallas tienen hasta 9,2 pulgadas y aglutinan mucha información. Han mejorado en fluidez desde su lanzamiento pero tienen cierta curva de aprendizaje: nos llevará un tiempo dominar el sistema.
Buenas plazas traseras
Aunque es un coche de tamaño pequeño, las plazas traseras del SEAT Arona son más que correctas. Resulta sencillo salir y entrar de ellas, y la mayor altura del coche nos facilita la vida si tenemos que cargar o descargar a un niño de una sillita infantil, sin ir más lejos. Las cotas de espacio son muy satisfactorias en las plazas laterales, pero hemos de tener en cuenta que la plaza central es más estrecha: solo es apta para un niño o un adulto en trayectos cortos – viajan mejor dos que tres adultos en la banqueta trasera.
Precio razonable
Los coches nuevos se han encarecido de forma alarmante, y el SEAT Arona no es ajeno a esta tendencia. Por fortuna, es el segundo coche más barato de la gama de SEAT, y en relación a sus rivales más directos tiene precios razonables, y en general, incluso inferiores. El SEAT Arona arranca en 18.650 euros para una versión de acceso, con un buen equipamiento y mecánica de gasolina de 95 CV. Es más barato que un Hyundai Kona, un Renault Captur o un Volkswagen T-Cross.
5 cosas que no nos gustan
No tiene etiqueta ECO, solo con GNC
Si queremos una etiqueta ECO en el SEAT Arona, solo podremos escoger una versión TGI de 90 CV, propulsada por gas natural comprimido. Esta versión era interesante cuanto el GNC tenía precios razonables, pero hoy por hoy, el coste del combustible se ha disparado a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania. A ello hay que unir una red de suministro escasa y un depósito auxiliar de gasolina demasiado pequeño. Hoy por hoy, no merece la pena.
No hay alternativas diesel o electrificadas
Que el coche no tenga motor diésel es incluso entendible en su segmento, y conociendo el mercado. No obstante, la mayor queja es que carecemos de electrificación alguna en el SEAT Arona. No existen versiones con hibridación ligera, no existen versiones full-hybrid, no existen híbridos enchufables y no existen eléctricos puros. A día de hoy, un coche del segmento B-SUV sin electrificación está en desventaja competitiva con respecto a los lanzamientos más recientes.
No tiene opción de montar tracción total
El SEAT Arona está basado en la plataforma MQB A0, y comparte bastidor y mecánicas con el SEAT Ibiza. Todos los Arona son de tracción delantera, y carecen de versiones con tracción total. La tracción total no es habitual en el segmento, pero algunos de sus rivales sí ofrecen la opción. No obstante, el SEAT Arona tiene unos generosos 19 cm de altura libre al suelo. No ganará el Mundial 4×4 Diariomotor, pero sí podrá salir con ciertas garantías del asfalto, especialmente en pistas en buen estado.
Es un producto veterano
El Arona no es un producto de rabiosa actualidad. Es más bien, un veterano. Muchos de sus rivales directos han sido lanzados mas tarde, y en un segmento donde la novedad es parte importante de una decisión de compra fundamentalmente emocional, es algo a tener en cuenta. El marketing nos vende que lo nuevo es mejor, y aunque no lo sea necesariamente, es una filosofía que ha calado hondo en el mercado de coches.
Acabados traseros poco cuidados
Es una de las quejas más recurrentes en el crossover de SEAT. El acabado de las puertas traseras es pobre en comparación con las delanteras. El problema no es que la puerta esté íntegramente acabada en plástico duro – la delantera también está guarnecida en el mismo material – si no que no tiene los mismos embellecedores de las puertas delanteras. Es más, ni siquiera cuenta con el acolchado para los apoyar los codos que tenemos en la puerta delantera. Se siente realmente pobre en comparación y es un ahorro de costes un poco burdo.
En pocas palabras
Tras haber probado una vez más el SEAT Arona, me queda claro que es un coche muy equilibrado y práctico, además de ser uno de los crossover más indicados si nos gusta divertirnos al volante de un coche. No obstante, creo que es un coche con dos grandes inconvenientes en estos momentos. El primero es su veteranía, percibida por sus potenciales clientes y el mercado. Pero el inconveniente más acuciante es que carece de versiones microhíbridas, y ante un escenario inminente de implantación de zonas de bajas emisiones, esto supone un importante hándicap.
También quiero mencionar que es un producto sin perspectivas de renovación futura, al menos de momento. El futuro del SEAT Arona, y el de su propia marca, no están del todo claros. Por el momento, no hay planes de lanzamiento de un SEAT Arona de segunda generación, ni tampoco de evolucionarlo profundamente a nivel técnico. Desde SEAT nos aseguran el futuro de la marca, pero está claro que el foco de la inversión en nuevos productos, en marketing y en esfuerzos de comunicación, está en CUPRA. Sea como fuere, el SEAT Arona será el crossover urbano más vendido del año en España en 2022.
Fotos del SEAT Arona y SEAT Ibiza