Hemos probado el Skoda Karoq, la versión checa del SEAT Ateca con el que comparte innumerables similitudes, pero del que también le separan algunas diferencias. Después de probar el 1.0 de 115 CV, el 1.5 de 150 CV y el 2.0 TDI de 150 CV me llevo una impresión excelente del que bien podría ser el nuevo rey (o al menos mi nuevo favorito) entre los crossover compactos.
Como ya os adelantábamos recientemente todos los detalles del Skoda Karoq, creo que lo mejor es ir directamente al grano con las sensaciones del coche y las preguntas que muchos se estarán haciendo.
Skoda Karoq
Imágenes de nuestra prueba en Sicilia:
Imágenes de prensa del Skoda Karoq en todo detalle:
El Skoda Karoq ya está disponible para reserva, pero las primeras unidades se entregarán a principios de 2018.
¿El Skoda Karoq es igual que un SEAT Ateca?
Aclaremos esto. El Skoda Karoq comparte con el SEAT Ateca la plataforma MQB, mecánicas, cajas de cambio y prácticamente todos los elementos técnicos que no están a la vista. Dicho esto, es obvio que ambos no son el mismo coche ni por fuera ni por dentro, puesto que cada marca desarrolla un lenguaje de diseño propio, su propia puesta a punto de suspensiones e incluso su propio software de infoentretenimiento.
Más allá de las preferencias estéticas de cada uno, el Karoq aporta una serie de pequeños detalles que creo que pueden marcar la diferencia con el Ateca, al menos hasta que éste adopte las mismas soluciones y cueste más diferenciarlos.
Tal vez la principal ventaja del Karoq estaría en los asientos traseros Varioflex, desplazables, abatibles, plegables y extraíbles en tres bloques independientes 40:20:40, una solución soberbia heredada del Yeti y que le otorga una versatilidad bestial de la que el Ateca carece.
Imágenes de nuestra prueba en Sicilia:
Imágenes de prensa del Skoda Karoq en todo detalle:
En segundo lugar, y esto ya es más cuestión de gustos, el diseño interior creo que es más redondo y más maduro que el del Ateca con pequeños detalles de calidad incrementada como la bandeja trasera enrollable, una mejor pantalla central y una mejor solución de los huecos portaobjetos. El cuadro del Ateca es el de un León, y tiene unas formas triangulares en algunos puntos que no estoy seguro de que vayan a envejecer tan bien como las líneas más limpias del Karoq.
Con respecto al anunciado cuadro digital, en realidad no estará disponible hasta el año que viene y todas las unidades del Karoq vienen de momento con un cuadro analógico, así que no podemos considerarlo una ventaja frente al Ateca, que podría incluso recibirlo antes o al mismo tiempo más o menos.
Al volante del Skoda Karoq ¿qué versión es más recomendable?
Contra todo pronóstico y para mi propia sorpresa, creo que me quedaría con el 1.0 tricilíndrico de gasolina con 115 CV y cambio DSG, aunque el manual va francamente bien.
Este motor tan pequeño tiene un rendimiento sorprendente, suficiente carácter para mover el coche con toda soltura (recordemos que es un coche muy ligero a pesar de su tamaño) y en nuestra prueba ha arrojado unos consumos claramente inferiores a los 6 l/100km en carretera, prácticamente equivalente a un diésel. Aporta además un silencio de marcha sobresaliente que los diésel no consiguen igualar.
El 1.5 de 150 CV debería poner sobre la mesa una capacidad de recuperación y aceleración muy superior. Tal vez con el cronómetro en la mano esto sea así, pero al volante la percepción no es tan diferente. No media un abismo entre ellos, más bien una distancia apreciable pero no muy grande.
Así las cosas, entre los motores de gasolina el más económico y frugal da la talla para un uso familiar sin el más mínimo complejo, por lo que no veo necesidad de irse al más grande para la gran mayoría de conductores.
En cuanto a la gama diésel, hemos probado el TDI de 150 CV y sí, se aprecia claramente su mayor par motor en unas recuperaciones más vigorosas, al tiempo que puede rodar con unos consumos de poco más de 5 l/100km en carretera y sin volverse locos. Un conductor hábil que se lo proponga podría rodar en 4 altos fácilmente, siempre que no haya pendientes.
En cuanto al tacto de conducción, la verdad es que me ha gustado mucho. Obviamente tiende a subvirar en el límite, pero su comportamiento natural es muy neutro y muy controlable con el acelerador. Las suspensiones están algo más orientadas al confort que en el SEAT Ateca, en el que se ha primado más un punto de deportividad y control del balanceo.
Como coche familiar que es, me quedo con el Karoq más blandito y mejor aislado en general. El silencio de marcha es también una de sus mejores virtudes, eliminando casi totalmente el ruido de viento, motor y rodadura, sólo el diésel es algo rumoroso en aceleración, especialmente en frío.
El tacto de dirección, por su parte, cuenta con diferentes grados de dureza integrados en los modos de conducción. Dentro de lo que es una dirección de asistencia eléctrica y tacto artificial, lo cierto es que resulta bastante comunicativa y nos permite apurar la adherencia con seguridad.
Imágenes de nuestra prueba en Sicilia:
Imágenes de prensa del Skoda Karoq en todo detalle:
Otra característica importante del coche es que, con todos los asistentes de conducción activados, la sensación de seguridad y control que nos transmite es muy alta. Con el control de crucero activo y el asistente de mantenimiento de carril, el coche conduce solo durante bastantes segundos hasta que nos pide agarrar el volante, y o hace con aplomo y suavidad.
Conclusiones
El Skoda Karoq se presenta como una alternativa muy, muy potente al hasta ahora rey Nissan Qashqai.
Si el SEAT Ateca ya ma gustaba más que el Nissan, el nuevo Karoq sube un punto más aún la puja con sus asientos Varioflex y un nivel de calidad percibida muy alto, combinado con un diseño redondo por dentro y por fuera que lo convierten en mi nuevo favorito del segmento.