Hace unas semanas pude conducir durante varios días un producto a cuya presentación estática acudí en verano, momento en el que comenzó su comercialización. Se trata del SsangYong Torres, un SUV de tamaño medio con un evidente aspecto de todoterreno y unas calidades percibidas superiores a las que venía demostrando el fabricante coreano. En 2024, este vehículo recibirá una versión eléctrica, pero por el momento únicamente es posible equiparlo con un motor de gasolina que, de forma opcional, también puede funcionar con GLP en pos de las ventajas que otorga el distintivo medioambiental ECO.
Seré claro: para mí, ha sido la sorpresa más grata de 2023 (no creo que nada lo pueda superar en lo que resta de año). Y eso que viene de parte de una marca de coches que, hace muy poco, estuvo a punto de desaparecer fruto de sus debilidades financieras, lo cual es doblemente sorprendente. De hecho, este automóvil no lleva logotipos de una firma como SsangYong sobre su carrocería porque, tan lejos como en 2024, pasará a denominarse oficialmente KGM Torres, inaugurando una nueva era para la compañía.
KGM Torres
Por tamaño y no tanto por concepto, este todocamino de apariencia robusta compite contra otros SUV más maduros, pero con un coste de adquisición relativamente bajo, que es el principal argumento de venta de SsangYong con su nuevo modelo, además de unas capacidades fuera del asfalto (“off road”) considerablemente superiores a las de cualquier producto equivalente. Las alternativas que destacaría son el Skoda Kodiaq, el Mazda CX-60, el Land Rover Discovery Sport, el Mercedes-Benz GLB, el KIA Sorento y el Hyundai Santa Fe. Todos cuestan más dinero.
Dimensiones, calidades y equipamiento del SsangYong Torres 2024
El Torres se ubica entre el Korando y el Rexton en la gama de la firma asiática, aunque comparte plataforma, sistema de propulsión y otros componentes con el primero. Sus dimensiones son de 4,70 metros de longitud por 1,89 de anchura y 1,72 de altura, con una batalla de 2,68 y una distancia entre vías de 1,61 delante y 1,63 detrás. En general, es un SUV voluminoso, con un diseño que, pese a ser original, cuenta con más de un rasgo inspirado en productos de Jeep, Toyota y Land Rover, tres marcas conocidas por sus todoterrenos. No entraré en detalle a valorarlo. Sólo diré que, personalmente, me gusta, especialmente su frontal y su lateral.
Una vez se accede a la cabina, la impresión no es menos positiva. El espacio abunda y la impresión que me transmite es la de un coche sólido, bien construido, a pesar de que no todo lo que parece estar hecho con materiales nobles es realmente así. Existen tres pantallas digitales, siendo una para la instrumentación (12,5 pulgadas), una para el multimedia (9”) y una para el climatizador o para algunas funciones relacionadas con la dinámica (8”). La principal, que preside el salpicadero en su zona central y superior, no está a la altura de lo que cabría esperar en un producto de esta categoría. Sobre todo, desentona su sistema operativo, obsoleto, pues no es rápido, ni intuitivo, ni admite conectividad móvil inalámbrica. Sin duda, desearía una actualización en este sentido.
Pude comprobar que dos personas de 2 metros de estatura pueden viajar a la vez, colocándose una detrás de la otra, con cierta holgura, tanto por longitud para las piernas como por altura para la cabeza. Además, la plaza central trasera es practicable como en pocos SUV de esta clase. Con todo, el Torres no renuncia a un maletero con hasta 599 litros de capacidad (muy generoso), aunque este volumen queda dividido en dos planos. Si se necesita más espacio para el almacenamiento de carga, la segunda fila de asientos se abate para llegar a 1.662 l. La apertura del portón es vertical, puede ser eléctrica (automática) y concede una boca enorme con la que resulta muy fácil trabajar.
Por lo demás, es un habitáculo bien insonorizado y al que no le falta de nada, incluso desde el acabado de acceso Trend. Hay dos más: Life, el intermedio, y Adventure, el más avanzado. Yo probé, como suele ser habitual en las unidades de prensa, el tope de gama, que sólo puede estar asociado a tracción integral y transmisión automática. Este lleva todos los asistentes a de seguridad activa disponibles en este segmento, acceso y arranque sin llave, climatizador bizona, faros LED, asientos delanteros eléctricamente ajustables, calefactados y ventilados, volante térmico, cuatro puertos USB, tapicería de cuero sintético y llantas de aleación de 20”.
Mecánica y comportamiento del SsangYong Torres 2024
Este SsangYong sólo se puede configurar con un motor de gasolina sobrealimentado mediante turbocompresor con cuatro cilindros, 1,5 litros de cubicaje y hasta 163 CV de potencia (280 Nm). Obtiene la máxima fuerza en un amplio rango de funcionamiento: de 1.500 a 4.000 rpm. Es un propulsor con unas prestaciones modestas, pues logra una aceleración de 0 a 100 km/h en algo más de 10 segundos y su velocidad punta supera por poco los 190 km/h. Sin embargo, su gasto de combustible es elevado, quizá fruto de la “mala” aerodinámica del conjunto autoportante y no de una baja eficiencia. El Torres homologa en ciclo WLTP un consumo de 7,9 a 9,1 l/100 km de media, pero yo no conseguí bajarlo de 10 combinando todo tipo de estilos de conducción y circunstancias. Hay opciones de tracción delantera o total.
En cuanto a mis impresiones de conducción, sólo tengo una pega: una caja de cambios automática mediante convertidor de par y con seis relaciones (ojo, de serie viene una manual con el mismo número de marchas) que es perezosa, en ocasiones brusca, y no acaba de encontrar la armonía con el motor. Al margen de esto, el Torres sorprende gratamente, tanto en carretera como fuera de ella. Tiene un chasis equilibrado que le permite ser muy confortable al tiempo que más ágil de lo que cabría esperar en un coche como este. La dirección transmite poco y está diseñada para un uso en campo. En general, se nota que los orientales se han esforzado bastante en la faceta técnica, aspecto por el que no sobresalían antaño.
Sobre caminos abruptos por los que no pasarían (o al menos sufrirían) la totalidad de los SUV con los cuales compite, el SsangYong en cuestión se desenvuelve de maravilla pese a disponer de ejes con suspensión independiente (torretas McPherson delante y paralelogramos deformables detrás). El secreto está en un acertado ajuste del sistema 4×4 automáticamente conectable (con un “botón”, puede forzarse el acoplamiento del embrague multidisco) y, sobre todo, en unas magníficas cotas: 20 cm de altura libre al suelo, 18,2 grados de ángulo de entrada, 21,7 de salida y 17,6 ventral. Incluso con neumáticos de asfalto (y de verano) parece increíble por dónde es capaz de pasar. Claro que su peso en orden de marcha, inferior a las 1,7 toneladas, también le ayuda mucho.
Precio y conclusión del SsangYong Torres 2024
Las tarifas del SsangYong Torres arrancan en 34.000 euros en su versión básica con el acabado Trend y transmisión manual, pero puede llegar a 43.500 si se configura como la unidad que pude probar yo. Frente a sus alternativas directas, la mayoría de las cuales pisa el terreno “premium”, es la opción más barata y, pese a sus defectos, que a mi juicio son pocos y de escaso calado (si me pongo en la piel de su potencial cliente), una de las más completas. Filtrando por capacidades “off road”, directamente es el mejor.
Si valoras la compra del Torres, ten por seguro que su relación entre calidad y precio es elevada. Además, hará tus delicias si tienes grandes necesidades de espacio. No es un vehículo frugal con el carburante ni está a la última en infoentretenimiento. A cambio, ofrece una alta dotación tecnológica en otros aspectos y una conducción agreste que deja con la boca abierta, siempre y cuando comprendas que no es un todoterreno puro: su capacidad de tracción es más limitada.