El Volkswagen Polo es uno de los lanzamientos más importantes para Volkswagen en 2017. Un año 2017 en el que nos han presentado productos tan importantes como el lavado de cara del Volkswagen Golf o el Volkswagen T-Roc, el primer crossover compacto de la marca alemana. En España, el Volkswagen Polo tiene especial relevancia, ya que desde su segunda generación, todos los Volkswagen Polo vendidos en Europa se fabrican en las instalaciones productivas de Volkswagen Navarra, a las afueras de Pamplona. Ahora es nuestro turno de comprobar cómo ha cambiado el Volkswagen Polo en su sexta generación – y contaros qué nos ha gustado, y qué no nos ha gustado.
Un poco de historia
Hasta la fecha, se han vendido a nivel global 14 millones del utilitario de la marca, cuya primera unidad salió de la fábrica de Wolfsburgo en 1975. Volkswagen vendió más de un millón de unidades en apenas cinco años, y pronto comenzó a buscar dónde producirlo de forma más barata, pero con calidad. Y fue cuando los alemanes desembarcaron en las instalaciones de AUTHI (Automóviles de Turismo Hispano-Ingleses). Inauguradas en 1966, en AUTHI se habían producido vehículos Morris, MG o Austin, ya que las instalaciones pertenecían al enorme consorcio británico British Leyland.
Volkswagen Polo
Tras la adquisición de la fábrica por SEAT en 1976, comienza en Landaben la producción de los SEAT 124 y SEAT Panda. El 1 de octubre de 1982 se firma un acuerdo entre Volkswagen y el Instituto Nacional de Industria, entonces propietaria de una SEAT económicamente maltrecha. Dos años después, tras producir casi 250.000 vehículos SEAT, en Landaben se empieza a fabricar el Volkswagen Polo. Desde 1984, todos los Volkswagen Polo que se han vendido en Europa han salido de Landaben, que actualmente exporta el 91,5% de su producción, y es una de las fábricas más productivas del Grupo Volkswagen en el continente.
La apuesta por Volkswagen Navarra sigue siendo firme con la producción del Polo de sexta generación. En las instalaciones se habrán invertido 1.100 millones de euros en el periodo 2015-19, y por primera vez en su historia, comenzarán a producir un segundo modelo en 2018. Aunque en la visita a las modernas instalaciones – en su nueva nave de chapistería operan casi 780 robots completamente automatizados – no nos lo quisieron confirmar, todos sabemos que este segundo modelo basado en la plataforma MQB-A0 es el Volkswagen T-Cross, un crossover urbano, primo hermano del recién lanzado SEAT Arona.
¿Cómo ha cambiado el Volkswagen Polo? ¿Está bien rematado?
La gran novedad del Volkswagen Polo Mk6 es que está construido sobre la plataforma modular MQB-A0, que comparte con el SEAT Ibiza, SEAT Arona, y futuros lanzamientos del Grupo en el segmento B. El nuevo Volkswagen Polo pierde en esta generación su clásica carrocería de tres puertas, y crece 81 mm en longitud, hasta los 4,05 metros. Para que os hagáis a la idea, el actual Volkswagen Polo es más largo que Volkswagen Golf de tercera generación. El beneficio de construir el coche sobre la plataforma MQB-A0, es que han podido extender la batalla hasta los 2.564 mm (+94 mm), y mejorar la habitabilidad a bordo.
Sentado en las plazas traseras, puedo certificar que son más amplias que las de su predecesor. Ocurre como en el SEAT Ibiza, por fin se puede hacer un viaje largo sin que los pasajeros de las plazas traseras tengan sus rodillas chafadas. Lo he comprobado sentándome detrás del asiento del conductor, ajustado longitudinalmente para mi estatura de 1,83 metros. Como ocurre en otros vehículos del segmento B, el pasajero de la plaza central viajará con estrecheces e incomodidad, por lo que la plaza central sigue siendo poco recomendable. Otro punto de mejora ha sido la altura libre al techo.
Aunque el coche es 7 mm más bajo que su predecesor, los pasajeros se sientan más abajo, aumentando el espacio para la cabeza, especialmente en las plazas traseras. A nivel de acabados y terminaciones, es un utilitario que convence. Desde luego, está a un nivel superior al SEAT Ibiza, que carece de un solo plástico acolchado en todo el habitáculo. Me gustan los ajustes del salpicadero, cubierto por un plástico gomoso de muy buen tacto. Aunque los ajustes son buenos, nos gustaría que los marcos de las puertas se hubieran tapizados, especialmente en las puertas traseras, que dejan a la vista mucha chapa (ver foto).
He probado dos unidades diferentes y en ambas no había diferencia de ajustes. En la unidad Beats – la de las fotografías – el color rojo y blanco del salpicadero hacía un bonito contraste con los asientos, aportando una nota de color a un interior que en otras versiones peca de ser sobrio. Las puertas y la consola central están forradas en plásticos duros, de tacto firme y buena calidad aparente. A nivel de ergonomía y controles, el Volkswagen Polo recorta distancias con el Golf, equipando por ejemplo la segunda generación de la instrumentación Digital Cockpit, compuesta por una pantalla TFT de 10,25″.
Esta instrumentación opcional es configurable, y en su centro podemos elegir visualizar, por ejemplo, los datos del navegador a pantalla completa. Su resolución es de 1.280 x 480 píxeles y sólo es de serie en los Volkswagen Polo GTI, siendo opcional en el resto de modelos. El selector de modos de conducción se ubica junto a la palanca de cambios – obliga a retirar la vista de la carretera – y bajo la consola central se puede encargar como extra un cargador por inducción para nuestro smartphone. Sí, la conectividad es clave en este nuevo Volkswagen Polo, como ocurre en los lanzamientos recientes de las marcas.
Su equipo de infotainment tiene pantallas de hasta 8″ en sus versiones tope de gama y es de 6,5 pulgadas en las versiones Edition de acceso. Si queremos conectividad Apple CarPlay y Android Auto – Volkswagen lo llama App Connect – tendrás que optar por una versión Advance o Sport, que como oferta de lanzamiento, incluyen de serie esta conectividad adicional. En lo tocante a la seguridad activa, todos los Volkswagen Polo incluyen de serie la frenada autónoma con detección de peatones, pero tendremos que pagar por extras como la detección de vehículos en punto muerto o el asistente de aparcamiento automático.
Aunque el Volkswagen Polo Mk5 tenía ciertas opciones de personalización, el nuevo Volkswagen Polo presume de 14 colores para su carrocería y hasta 7 colores para su salpicadero. En vivo es un coche que casi parece un Volkswagen Golf a escala, con porte y un aspecto refinado, no tan desenfadado como otras alternativas del segmento. Es posible complementar su estética con un paquete exterior deportivo R-Line y paquetes Style y Black Style. El paquete Black Style (¿se habrán inspirado en este personaje?) es exclusivo a la versión Sport, estando el resto también disponibles en los Polo Advance – pero nunca en los Edition de acceso a la gama.
Al volante del nuevo Volkswagen Polo
Es hora de contaros cómo va el nuevo Volkswagen Polo. El utilitario está disponible con varias motorizaciones diésel y gasolina. La gama en gasolina arranca con un 1.0 MPI, un atmosférico de tres cilindros, con potencias de 65 CV o 75 CV. La gama se completa con varios 1.0 TSI turboalimentados de tres cilindros, con potencias de 95 CV o 115 CV. El 2.0 TSI de 200 CV queda reservado al Volkswagen Polo GTI, que aún no ha sido presentado. La gama diésel es más reducida: sólo dos 1.6 TDI de cuatro cilindros, con 80 CV o 95 CV. También existe un 1.0 TGI de 90 CV capaz de funcionar con GNC (Gas Natural Comprimido).
La unidad probada montaba un motor 1.0 TSI de 95 CV y una caja de cambios DSG de siete relaciones, con un chasis estándar. Como ya pude certificar en el SEAT Ibiza, la puesta a punto de su chasis es equilibrada y confortable, sin sacrificar agilidad si deseamos divertirnos al volante. Creo que la calidad de rodadura y la absorción de baches está muy conseguida en el nuevo Volkswagen Polo. En cuanto al motor TSI de acceso, me ha parecido que su asociación con el cambio DSG lastra su respuesta si circulamos en modo 100% automático, muy conservador con el régimen de cambio de marchas.
En modo manual, y con el modo Sport seleccionado en el selector de modos de conducción, la experiencia es muy diferente, mucho más vivaz. Con todo, es un motor de prestaciones modestas, necesitando 10,8 segundos para alcanzar los 100 km/h – si buscas una respuesta más viva te recomendamos el 1.0 TSI de 115 CV. Aunque en nuestra breve toma de contacto no podemos extraer conclusiones sobre sus consumos reales, sobre el papel consume una media de 4,7 l/100 km. A ritmos tranquilos sus vibraciones y sonoridad son contenidas, solo revelando su carácter tricilíndrico con mucha carga o a un régimen bajo.
El segundo Volkswagen Polo probado fue un 1.6 TDI de 95 CV, una versión Beats de color rojo, el coche que ilustra las fotos de este artículo. Esta unidad era de preproducción, pero equipada con elementos tan interesantes como el Digital Cockpit de 10,25″ o una suspensión deportiva. Para probar esta unidad mi compañero y yo escogimos una ruta dinámica, que transcurrió por pequeños pueblos entre Pamplona y San Sebastián. Además de unos preciosos paisajes, pudimos disfrutar de un número astronómico de curvas. Este motor iba en nuestra unidad asociado a un cambio manual de seis relaciones.
Al ser un cuatro cilindros, bajo aceleración tiene menores vibraciones que el 1.0 TSI y una rumorosidad moderada. Gracias a sus 250 Nm de par motor, responde con fuerza y soltura, especialmente a medio régimen – entrega su potencia máxima entre las 3.250 y las 4.000 rpm. Me ha gustado el tacto de la caja de cambios – de cinco relaciones, no de seis – así como sus consumos aquilatados, de unos 6 l/100 km en una ruta de montaña en la que no se tuvo reparo alguno con el pedal derecho. Sobre el papel declara una media de consumo de 3,7 l/100 km, que en la realidad coqueteará con los 5 l/100 km.
¿Cuánto cuesta el Volkswagen Polo? ¿Está bien equipado?
El Volkswagen Polo ya está a la venta, y lo estará pronto en su versión GTI de 200 CV. Por el momento, en este artículo te hemos hablado de sus precios y de su oferta de lanzamiento. A estos precios hay que restar descuentos por financiación de 1.200 euros – sólo para los acabados Advance y Sport, excluyendo a los Edition – así como un descuento comercial genérico de 1.330 euros, en toda la gama. Al igual que en su anterior generación, la gama se divide en los acabados Edition, Advance y Sport, a los que se pueden aplicar posteriormente paquetes de acabado, tanto exterior como interior.
En este artículo te hemos hablado de su equipamiento de serie, y del paquete de equipamiento que Volkswagen ofrece de forma gratuita para impulsar sus ventas. Este paquete está valorado en 1.000 euros en los Volkswagen Polo Edition y en 1.700 euros en los Volkswagen Polo Advance y Sport. Es un buen momento para aprovechar esta oferta de lanzamiento. En los Edition este paquete de lanzamiento incluye el aire acondicionado Climatic y el paquete de conectividad (manos libres Bluetooth + USB). En los Advance y Sport incluye llantas de aleación de 15 o 16 pulgadas y el equipo de infotainment Composition Media con pantalla de 8″, App Connect (Android Auto y Apple CarPlay) y control de crucero adaptativo.