Que el coche eléctrico a baterías tendrá que convivir con vehículos alimentados por hidrógeno es algo que parece cada vez más obvio. Sin embargo la clave está en saber cómo usarán esos coches el hidrógeno. Renault nos presenta la tercera vía para que el coche a hidrógeno se haga realidad, una alternativa a la pila de combustible tradicional, pero también al motor de explosión capaz de funcionar con hidrógeno, para así intentar poner en las calles un coche capaz de combinar lo mejor de dos mundos.
Bajo la piel de un Renault Scenic conceptual que adelanta cómo será el modelo de producción que continúe la saga de este monovolumen, Renault pone sobre la mesa una idea bastante interesante, aunque no tan revolucionaria como a priori podría parecer. Lo que Renault nos propone es reinventar la pila de combustible de hidrógeno para hacerla más sencilla, más escalable y, sobre todo, más asequible. Nace así el híbrido de hidrógeno.
Renault Scenic
Lo que ha hecho Renault es convertir a la pila de combustible de hidrógeno en un extensor de autonomía, creando un tipo de coche donde el grueso de los desplazamientos los haremos haciendo uso de la batería, pero en donde tendremos siempre disponible una pequeña pila de combustible alimentada con hidrógeno que será capaz de extender nuestra autonomía por varios cientos de kilómetros.
De este modo, la ventaja que aporta este concepto más allá de ofrecer elevadas autonomías, es la de reducir tanto el tamaño como el peso del sistema de propulsión, contando con una batería mucho más pequeña que la que emplearía un eléctrico convencional, una pila de combustible y sus correspondientes depósitos también mucho más pequeños, sin olvidar unos tiempos de recarga y repostaje más reducidos que sus alternativas haciendo uso de una sola de las tecnologías.
Si bien la idea de usar un extensor de autonomía en un coche eléctrico a baterías no es precisamente nueva y modelos como el BMW i3 o el futuro Mazda MX-30 han usado o usarán motores gasolina para tal fin, hasta ahora ningún fabricante había planteado hacer uso de una pequeña pila de combustible como extensor, en lugar de como generador de energía principal.
El híbrido de hidrógeno en detalle
Una vez nos fijamos en el Renault Scenic Vision Concept, lo que nos encontramos es un coche capaz de conseguir hasta 800 Km de autonomía, pero contando con un peso final de «solo» 1.700 Kg. A modo comparativo, un Renault Megane E-Tech de 60 kWh, que unicamente usa baterías para alimentar su motor eléctrico, ofrece una autonomía de hasta 470 Km arrojando el mismo peso. Para conseguir esta relación autonomía/peso en el Scenic, Renault combina un motor eléctrico de 218 CV, una batería de 40 kWh y una pequeña pila de combustible de 22 CV.
La única gran duda que Renault debe despejar aún es el coste de llevar a las calles esta tercera vía para el hidrógeno, un aspecto clave para poder considerar como alternativa real al híbrido de hidrógeno.