La industria del automóvil vive un tiempo curioso, en el que muchos modelos se transforman en algo completamente diferente a lo que eran, y otros muchos intentan parecer lo que no son. Tal vez este último sea el caso del modelo que nos ocupa en esta pequeña prueba del Renault Scénic que pudimos llevar a cabo estos días en Francia. Los monovolúmenes han perdido el atractivo de antaño, y todo por culpa de la llegada de una nueva generación de crossovers, vehículos todocamino, SUV, y demás, que han cautivado a las familias que antaño hubieran comprado un Renault Scénic. Ante esta tesitura, Renault tenía que reinventar a su best-seller. Pero, a diferencia de rivales como el Peugeot 3008, el espacio todocamino ya lo tenía bien cubierto con el Renault Kadjar. El Renault Scénic llegará a los concesionarios en noviembre, con un precio de partida (la lista completa aún no la conocemos) de 19.000€. Y estas son las 4 razones por las que estamos ante el monovolumen más atractivo del mercado.
1. Cómo parecerse a un crossover sin dejar de ser un monovolumen
En Renault nadie va a ocultar que el nuevo Renault Scénic ha intentado obtener ventaja del éxito de los crossover (ver ¿qué es un crossover?). Si en fotografías ya te había dado esa impresión, en directo se hace aún más patente que la estética del nuevo Renault Scénic hace que este tome la apariencia de un Renault Captur sobredimensionado. El Scénic se ha ganado una cintura alta, una pose más elevada, sin llegar al aspecto campero y robusto del Renault Kadjar. Renault ha hecho lo suficiente para que en este sentido sus clientes encuentren un nuevo atractivo en el Scénic frente a sus rivales, sin ocupar el terreno que naturalmente debía dominar el Kadjar. Uno de los detalles que más acerca al Scénic al Captur es el de su acabado de pintura en dos tonos, en el que el techo puede decorarse opcionalmente en negro o gris, a gusto del consumidor.
Renault Scenic
Uno de los aspectos más reveladores lo encontramos en sus llantas de 20″ de serie que, sorprendentemente, y gracias al diseño del coche en su conjunto, no desentonan en el Scénic. Según Renault, ya han trabajado con los proveedores de neumáticos para asegurar el suministro, y que el coste no sea muy superior a un neumático en llantas de 17″. En la práctica he de deciros que la pisada del Renault Scénic es buena y que con estos neumáticos, que no solo van montados en llantas grandes, sino que también cuentan con bastante perfil, el Scénic es suficientemente confortable. Personalmente me han convencido.
2. Aumentando las posibilidades del Renault Scénic con nuevos motores
En cuanto a motores, Renault ha dispuesto una gama muy completa con alternativas entre 95 y 160 CV de potencia, diésel y gasolina, cambio manual y automático de doble embrague, e incluso una versión Hybrid Assist de la que os hablaré más adelante.
En nuestra prueba, nos gustó especialmente el motor de gasolina turboalimentado TCe 130, por empujar con suficiente fuerza para mover un monovolumen cargado con toda la familia y ser el más suave y confortable, con diferencia. Sin ser tan refinado, el dCi 160 es el que ofrece unas mejores prestaciones con un consumo más reducido, y en su confort ayuda el hecho de contar de serie con un cambio de doble embrague EDC.
A falta de conocer su precio, nos gustó el tacto del Hybrid Assist, una versión micro-híbrida con 110 CV de potencia, una pequeña batería (que reduce ligeramente el espacio disponible en el doble fondo del maletero), que acumula energía y la libera gracias a un motor eléctrico, haciendo que su respuesta sea excelente para un diésel de su potencia. Su sistema micro-híbrido también debería ofrecer otras ventajas, como cierto ahorro de combustible que en nuestra prueba, por su naturaleza, difícilmente podríamos calcular.
El Renault Scénic hereda el diseño de salpicadero, y el sistema de entretenimiento, que ya hemos visto en Renault Mégane y Renault Talismán, entre otros.
Un detalle de practicidad interesante lo encontramos en su consola central, que separa sendos asientos delanteros, y que cuenta con un gran cajón para guardar objetos y la posibilidad de adelantar y retrasar su posición, ocupando parte del espacio para las piernas de la plaza central trasera.
3. Un monovolumen tecnológico
Basta subir a bordo del nuevo Renault Scénic para observar la evolución que ha vivido este monovolumen. El Scénic acoge el diseño interior, y la tecnología, que ya hemos visto en Renault Mégane, Renault Espace y Renault Talisman. Lo más destacado, y visible, lo encontramos en una pantalla vertical de 8,7 pulgadas de su sistema R-LINK 2, que nos permite acceder a la navegación, el equipo de entretenimiento, diferentes ajustes del coche, e incluso los modos de conducción MULTI-SENSE, que en las versiones que lo equipan permite ajustar parámetros de la conducción como el tacto de la dirección, o la respuesta del acelerador.
Lo que no vemos tan rápidamente, pero tampoco podemos olvidar, es que el Renault Scénic también equipa tecnologías como frenada activa de emergencia con detección de peatones (entre 7 y 60 km/h), alerta de mantenimiento de carril, y alerta de detección de fatiga, entre otras ayudas a la conducción.
Vista de las posibilidades para cargar objetos en el Renault Grand Scénic.
Desde una botonera, instalada en el maletero, podemos abatir los asientos al toque de un botón.
4. Espacio a raudales y muchas posibilidades
Para el Renault Scénic era imprescindible mantener una gama variada que se adecuase a las necesidades de sus clientes. De ahí que prescindir del Renault Grand Scénic, con sus siete plazas y 24 centímetros de longitud extra, se hiciera imprescindible para satisfacer a clientes con necesidades especiales de espacio que no optasen a un Renault Espace, que sigue siendo una alternativa de mayor tamaño, más espaciosa, y más cara. La diferencia en el presupuesto entre un Scénic y un Grand Scénic será de 1.500€.
El Renault Scénic goza de un maletero con una capacidad de 572 litros y 596 litros en el caso del Grand Scénic. Como en el Espace, Renault ha dispuesto de una función sumamente útil, el plegado de asientos One-Touch que permite plegar los respaldos traseros en dos piezas (1/3 y 2/3) al toque de un botón en el maletero, o incluso desde las plazas delanteras. La gran ventaja del nuevo Scénic es que los asientos se abaten con suma facilidad para extender el maletero, de manera que además el suelo queda al mismo nivel de los respaldos abatidos. La desventaja es que, a diferencia de su predecesor, ya no cuenta con tres cómodos asientos independientes y desmontables. El asiento del acompañante también puede plegarse para transportar objetos muy largos.
Otra idea que nos ha gustado es la de su consola central deslizante, que cuenta con un gran cajón de 13 litros que se puede desplazar entre las plazas delanteras y las traseras. También cuenta con una guantera de gran capacidad, con un volumen útil de 11,5 litros, denominada por Renault como Easy Life.
Lo que sí lamentamos es la ausencia de portón trasero eléctrico, aunque fuera sin función «manos libres», que no está disponible ni tan siquiera como opción.