Si de un tiempo a esta parte se impuso que un pequeño GTI, un pequeño deportivo, respondiera necesariamente a la combinación de motor de cuatro cilindros, turbo, y tracción delantera, los que esperábamos algo diferente, una mayor variedad de alternativas y opciones, bien podríamos estar de enhorabuena. Este año veremos pequeños GTI con compresor volumétrico, en vez de turbo (el Toyota Yaris GRMN); incluso un pequeño GTI con solo tres cilindros (el nuevo Ford Fiesta ST 2017). ¿Pero por qué no un Renault Zoe deportivo, un pequeño GTI eléctrico? Pues por mucho que te sorprenda este pequeño GTI puede ser el protagonista de tus sueños más oscuros y primarios. El Renault Zoe e-Sport es un utilitario deportivo y eléctrico con 460 CV de potencia y un 0 a 100 km/h en 3,2 segundos. En un sprint de 0 a 100 km/h se quedaría muy cerquita de los últimos y los más rápidos deportivos jamás creados por Ferrari.
El truco de Renault Zoe e-Sport, que como ya habrás podido imaginar es un prototipo, lo encontramos en la presencia de dos motores eléctricos, uno en el eje delantero y otro en el eje trasero. Dos motores muy potentes, capaces de entregar 340 kW, el equivalente a unos 460 CV de potencia. Pero el hecho aún más importante lo encontraríamos en su capacidad de tracción, al poder distribuir la entrega de sendos motores entre ambos ejes. Es decir, es un pequeño GTI eléctrico y de tracción total.
Renault ZOE
Para lidiar con estos motores es necesario contar con unas baterías muy grandes, pesadas y caras. Renault ha empleado unas baterías con capacidad para 40 kWh que ya suman 450 kilogramos. Una barbaridad, sobre todo si tenemos en cuenta que su capacidad de almacenamiento energético es inferior a las que emplea, por ejemplo, un Tesla Model S. Y una barbaridad si te decimos que este pequeñajo marca sobre la báscula 1.400 kilogramos. Con lo cual las baterías representan una parte importante de su masa total.
Para compensar el exceso de kilogramos de su batería, Renault ha optado por una carrocería fabricada completamente en fibra de carbono. Una solución muy socorrida para un prototipo, pero inviable – por su coste, y por la complejidad de la producción de una carrocería de fibra de carbono – para cualquier producto de producción.
El Renault Zoe e-Sport lleva encima un trabajo aerodinámico muy profundo, que incluye bajos carenados, difusores, alerones y un largo etcétera. Tampoco falta una jaula de seguridad de acero y paneles de Kevlar. Renault ha ensamblado a este Zoe e-Sports para que cumpla con los requisitos de seguridad de la homologación FIA.
En definitiva, este Renault Zoe e-Sports es un buen ejemplo de las posibilidades que podrían tener los utilitarios y compactos deportivos de apostar por su electrificación. Un ejemplo descabellado y muy difícil de aplicar en la vida real. Y es que también es un ejemplo de la cantidad de retos que aún ha de afrontar la industria del automóvil para avanzar el desarrollo del coche eléctrico y especialmente si quieren apostar por algo tan atrevido como son los deportivos eléctricos.
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