Y el día llegó. Rolls-Royce presenta su primer SUV, el Rolls-Royce Cullinan ya es una realidad. Tras un largo periodo de dudas, rumores y complejo desarrollo, la firma británica ya tiene listo el SUV más lujoso, imponente y exclusivo del mercado. Toda una declaración de intenciones para el Bentley Bentayga y el Range Rover. Con el nuevo Rolls-Royce Cullinan comienza un nuevo capítulo en la historia de Rolls-Royce, historia con 112 años de trayectoria que ve ahora como su futuro se presenta prometedor con un SUV que pretende llevarse el grueso de las ventas.
Una estética exterior imponente, de gran tradición y regusto clásico, que se inspira de forma innegable en la última revisión del Phantom. El Cullinan presume de unas proporciones tan imponentes como su diseño, habiendo acogido un portón de enormes dimensiones que será sin duda el foco de más controversia. No ha habido sorpresas en el exterior, era obvio, como también lo era el que sus tradicionales puertas traseras de apertura suicida se mantendrían. En el habitáculo ocurre exactamente igual y la estética recuerda poderosamente a la vista en el último Phantom, encontrando la única salvedad de su conexión con el maletero y la posibilidad de incluir incluso una banqueta trasera dividida en proporción 40/20/40 para aquellos que quieran llevar grandes bultos sin renunciar al máximo lujo.
Rolls-Royce Cullinan
La simple elección del nombre Cullinan ya fue una importante pista de las pretensiones de Rolls-Royce con respecto a su primer SUV. Si el nuevo Rolls-Royce Phantom ya demostró que la firma británica estaba dispuesta a evolucionar y dar un salto de envergadura en tecnología, dinámica o personalización, el desarrollo de un vehículo completamente nuevo destinado a un mercado desconocido para Rolls ha sido la guinda de un pastel muy ambicioso donde se habla de casi duplicar las ventas globales de la marca.
Rolls-Royce Cullinan: más que un Phantom
Así, el Rolls-Royce Cullinan parte de la misma plataforma de aluminio y fibra de carbono que BMW desarrolló en exclusiva para Rolls-Royce bajo el nombre nada pretencioso de «Architecture of Luxury». Con esta plataforma nos encontramos un punto de partida muy innovador en la industria ya que permite el uso de suspensiones neumáticas independientes, eje trasero direccional y estabilizadoras activas capaces de gestionar los ¡2.660 Kg! de peso declarados y unas medidas igualmente de infarto que lo convierten en el SUV más grande de su categoría: 5.341 mm de largo, 2.164 mm de ancho y 1.835 mm de alto. Para que nos hagamos una idea, el Cullinan es 20 centímetros más largo que un Bentayga, que no es precisamente pequeño.
Siguiendo con la hoja técnica nos encontramos con el sueño de Rolls hecho realidad, usando un motor 6,75 V12 Twin-Turbo con 571 CV de potencia máxima a 5.000 rpm y 850 Nm de par máximo desde apenas 1.600 rpm. Para la transmisión se ha recurrido a un cambio ZF por convertidor de par con 8 relaciones asociado a un sistema de tracción total integral. No hay rastro de reductoras o bloqueos de diferencial, tan sólo un botón denominado «Off Road» con el que Rolls asegura una gestión inteligente del sistema motopropulsor para adaptarse a las condiciones de agarre. Si alguno de los adinerados clientes del Cullinan se anima a buscar sus límites todoterreno le gustará saber que goza de una capacidad de vadeo de 540 milímetros.
Por el momento Rolls-Royce no ha comunicado el dato de aceleración de 0 a 100 Km/h, aunque sí ha confirmado una velocidad máxima de 250 Km/h y un consumo medio homologado de 15 l/100 Km.
En el apartado de tecnología, conectividad y asistencias a la conducción Rolls-Royce no ha escatimado en gastos y ha apostado por lo mejor que ofrece hoy BMW en sus modelos. De este modo encontramos la práctica totalidad de sistemas y tecnologías estrenadas en el Phantom de octava generación, y del mismo modo, en el BMW Serie 7. Aún así, la prioridad a la hora de desarrollar el Cullinan ha sido seguir siendo un referente absoluto en confort, motivo por el que presume de una batalla de 3.295 milímetros (300 más que el SUV de Bentley), mantiene la configuración opcional de 4 butacas totalmente individuales ya vista en el Phantom e integra todo un catálogo de soluciones destinadas a facilitar el ocio a sus pasajeros como son las puertas con apertura y cierre eléctrico, asientos extraíbles para el maletero en el paquete picnic o un catálogo de personalización cuyo límite sólo está en tu imaginación.