SEAT tiene por delante un reto mayúsculo, el de convencernos de que sus coches de gas natural son una alternativa interesante y recomendable. Aunque no sea el mayor obstáculo que afronta SEAT con su ofensiva de GNC, de coches bifuel de gas natural, teniendo en cuenta que aún hay que resolver algunos inconvenientes, como el de disponer de una red de distribución de gas extensa en todo el país, la comunicación del funcionamiento de esta tecnología es crucial. Los clientes necesitan saber cómo funciona un coche capaz de funcionar con gas natural comprimido, resolver dudas, y falsos mitos. De ahí que SEAT se esté volcando con esta tecnología, que estemos leyendo tanto acerca de ello en los medios, o en campañas publicitarias, y que SEAT haya preparado unas infografías muy interesantes y didácticas para entender las diferencias entre un coche de gasolina, convencional, y un coche bifuel de gas natural. Más información y precios de gama SEAT Ibiza y de la oferta de coches de SEAT.
SEAT Ibiza
SEAT nos muestra las diferencias del coche de gas natural
Me encantan este tipo de ilustraciones e infografías en las que podemos indagar en ciertos componentes mecánicos de un coche. Fijémonos en que SEAT ha aprovechado en esta ilustración para destacar los componentes más importantes en un coche bifuel, capaz de funcionar con gasolina y gas natural comprimido. El primero, en el frontal, es un motor de gasolina convencional, en el que se han aplicado pequeñas modificaciones para garantizar el correcto uso del coche, indistintamente, con gas natural, o con gasolina. Lo recomendable, por su bajo coste, es aprovechar al máximo el gas natural y circular sin consumir gasolina. Cuando el gas natural se ha agotado, el coche automáticamente comienza a funcionar con gasolina sin que apenas apreciemos un cambio en su funcionamiento.
Ver prueba del SEAT Ibiza FR de gas natural.
Bajo las plazas traseras se aprecia, claramente, la posición del depósito de gasolina. Este depósito, una vez más, también está presente en cualquier coche diésel o gasolina. Pero si miramos con atención a la infografía veremos que detrás, y justo bajo el piso del maletero, hay dos depósitos azules. Estos depósitos son de acero de alta resistencia, almacenan el gas natural presurizado, a una presión máxima de 200 bares, y están dotados de electroválvulas de seguridad que impiden que el gas se libere. Los depósitos han sido diseñados para evitar fugas, y también para evitar quebrarse en caso de accidente, siendo capaces de resistir impactos de gran intensidad y también altas temperaturas.
En un caso extremo, por ejemplo un incendio, el gas se liberaría de forma controlada para evitar cualquier riesgo de explosión. SEAT también recuerda que, como cualquier instalación de gas doméstica, la instalación de un coche GNC requiere de un mantenimiento de seguridad. Los componentes de un coche equipado con gas natural comprimido se han de revisar, para asegurar que se encuentren en buen estado, una vez cada cuatro años.
Por último, y junto a la boca de carga del depósito de gasolina, nos encontraremos también una boquilla en la que conectar la manguera del surtidor de gas natural. En este caso no es posible ninguna confusión entre el repostaje de gasolina y de gas natural, puesto que el conector del depósito de gas natural presurizado es completamente diferente, y muy pequeño.
Ver infografías de los coches de gas natural de SEAT: