El segmento de los coches compactos es un segmento fundamental para el grueso de las marcas por el volumen de ventas que registra y por extensión es uno de los más competidos, con superventas, con auténticos pesos pesados, como el SEAT León, el Renault Mégane, el Ford Focus o el Peugeot 308. Ahora Skoda explora este segmento con un Skoda Scala que está dispuesto a llevar a la marca a un nuevo nivel respecto a lo visto con el Skoda Spaceback. Para conocer a este nuevo Skoda Scala, para ponerlo a prueba, hemos viajado hasta Croacia, hasta Split, ¿nos habrá convencido la dinámica del nuevo compacto de Skoda? ¿Estará su interior a la altura de la competencia?
Skoda Scala
Prueba en vídeo del Skoda Scala
Una gran relación precio – producto, un ingrediente fundamental para entender al Skoda Scala
La marca checa se ha replanteado su posicionamiento en el segmento de los coches compactos con este Skoda Scala, valiéndose de uno de los pilares fundamentales de la marca, una gran relación precio / producto, para articular a un compacto que llega además con un maletero muy generoso y un diseño inspirado en el Skoda Vision RS.
Los trazos rectos de su carrocería son la principal seña de identidad del Skoda Scala, un Skoda Scala que se vale también del habitual cariño que pone la marca en el diseño de las ópticas, de una parrilla bastante generosa y de una zaga con un acabado negro y ensanchada por la disposición de sus faros para ofrecernos un diseño atractivo.
Medidas, peso y maletero del Skoda Scala
Las medidas del Skoda Scala pasan por una longitud de 4.362 mm, una anchura de 1.793 mm y una altura de 1.471 mm, con una distancia entre ejes de 2.649 mm. Si ponemos en contexto estas medidas con otros modelos del segmento nos encontramos con que un SEAT León de 5 puertas es más pequeño, con una longitud de 4.263 mm, como el KIA Ceed, que mide 4.310 mm y que el Ford Focus es más largo, con 4.378 mm.
El peso en orden de marcha del Skoda Scala más ligero, con el motor 1.0 TSI, es de 1.240 kg (incluyendo un conductor de 75 kg) y el del más pesado, con el motor 1.6 TDI es de 1.339 kg.
En cuanto a su capacidad de carga nos encontramos con un maletero de 467 litros, una capacidad muy destacada que deja a este Skoda Scala en muy buen lugar en el segmento. Por ejemplo el Hyundai i30 nos ofrece una capacidad de 395 litros y el SEAT León tiene un maletero de 380 litros, encontrándonos con un Honda Civic que fija el techo del segmento con 478 litros.
El Skoda Scala está desarrollado sobre la plataforma MQB A0 con la mayor distancia entre ejes posible
Para entender bien al Skoda Scala hay que tener presente que está desarrollado sobre la plataforma MQB A0, una evolución de la plataforma MQB que ya hemos conocido en modelos como el SEAT Ibiza, como el SEAT Arona o como el Volkswagen T-Cross, una plataforma que también nos encontramos en el Skoda Kamiq, el SUV pequeño que Skoda nos presentó en el pasado Salón de Ginebra. La peculiaridad es que todos estos modelos son coches del segmento B y el Skoda Scala es un coche del segmento C.
Skoda, según nos han contando desde la marca, ha optado por la máxima distancia entre ejes posible con esta plataforma para favorecer así la habitabilidad de su interior y la capacidad de carga de su maletero.
Gama de motores del Skoda Scala
La gama de motores del Skoda Scala pasa, al menos por ahora, por un total de 5 motores, con tres motores gasolina, una opción diésel y otra adaptada a gas natural comprimido.
Los motores gasolina pasan por dos opciones, con el 1.0 TSI de 3 cilindros, con potencias de 95 y 115 CV y el motor 1.5 TSI de 4 cilindros con una potencia de 150 CV, con 175, 200 y 250 Nm respectivamente.
La única opción diésel es un 1.6 TDI de 115 CV, con 250 Nm de par y el motor adaptado a GNC es el 1.0 G-TEC de 3 cilindros con 90 CV, una motorización que ya habíamos conocido en SEAT y que nos ofrece un par de 145 Nm.
Skoda Scala a prueba, impresiones de su interior y de su dinámica
Para este primer encuentro hemos seleccionado una unidad en un bonito color azul, un color que realza bastante bien las líneas del Scala y además nuestra unidad cuenta con unas llantas carenadas que, a mi juicio, son todo un acierto. Es una unidad bien equipada, una unidad que en nuestro mercado se correspondería con el acabado más alto disponible y para la ocasión lo vamos a poner a prueba con el mtoro gasolina 1.5 TSI de 150 CV, es decir, el motor más potente de la gama, pero antes de hablar de las impresiones de conducción adentrémonos en su habitáculo…
El interior del Skoda Scala nos recibe con un acabado conservador pero no exento de buenos reclamos, como la instrumentación totalmente digital, cargada de información, personalizable y con un tamaño de 10,25 pulgadas y una generosa pantalla para el sistema multimedia que alcanza, en esta unidad, un tamaño de 9.2 pulgadas. Además tampoco le falta el punto de recarga inalámbrica para nuestro smartphone.
La pantalla cuenta con la interfaz ya conocida en el grupo, bien lograda, con una buena fluidez, clara… Pero, ¿qué hay de los ajustes y materiales empleados?
Me ha gustado el nivel de ajuste que presenta en la gran mayoría de zonas de su habitáculo, me parece que goza de un empaque más que correcto y que no tiene motivos para sonrojarse frente a coches como el KIA Ceed o el nuevo Ford Focus aunque me gustaría que contara de una mayor solidez en la zona central del salpicadero. Es un interior que cumple positivamente con los estándares del segmento C, concebido su aspecto, su forma y fondo, desde la sencillez pero resuelto todo de una forma agradable.
Donde brilla especialmente este Skoda Scala es en su espacio disponible, ya no sólo por el generoso maletero que antes hemos mencionado ya, un maletero con una muy buena capacidad de carga, sino también por el espacio disponible en las plazas posteriores. El espacio está muy bien aprovechado y cuento, con mi 1.80 metros, con espacio de sobra para viajar, el espacio disponible para las rodillas es propio de un segmento superior y además el acceso es confortable.
Su habitabilidad en las plazas posteriores es una de sus principales virtudes. Si solemos viajar acompañados este Skoda Scala se postula como una muy buena elección.
En movimiento el Skoda Scala me ha sorprendido gratamente por ofrecernos un rodar confortable y bien aislado convirtiéndose esta comodidad en el gran punto a favor de su dinámica. En el paso por curva no adolece de balanceos marcados, aunque en esta prueba sólo he tenido la oportunidad de conducir una unidad con la suspensión adaptativa opcional y más por gusto personal que por una exigencia necesaria le podría pedir una dirección algo más comunicativa y directa, aunque entiendo que el cliente del Skoda Scala prima el confort sobre este tipo de requerimientos y en ese sentido el Skoda Scala nos ofrece una muy buena calidad de rodadura.
A pesar de contar con una plataforma vista antes en el SEAT Ibiza, en el Volkswagen Polo, en el SEAT Arona… en coches, en definitiva, del segmento B, este Skoda Scala muestra un pisar propio del segmento en el que se enmarca, en el segmento C y es que, como ya habíamos visto en las pruebas de coches como el Volkswagen Polo GTI o en las diferentes versiones del Ibiza que hemos testado, esta plataforma está dispuesta a ofrecernos un paso por curva, un nivel de estabilidad, un aplomo, un filtrado… propio de un segmento C, algo que queda aún más acusado en este Skoda Scala.
Se comporta, en resumen, como un auténtico compacto y no como un utilitario grande y además es un compacto cómodo y con cierta agilidad, me gusta la puesta a punto que le ha dado Skoda a esta plataforma.
En esta primera toma de contacto nos hemos decantado por el motor 1.5 TSI de 150 CV, el motor más potente y, nos dicen desde Skoda, uno de los motores que a priori más demandarán los clientes, una decisión muy acertada si tenemos en cuenta que este motor mueve con gran solvencia el conjunto, es un motor con un buen empuje, desde abajo, elástico… Es un motor muy interesante aunque con la pega, lógicamente, de que no será la opción más barata de la gama.
El cambio DSG de nuestra unidad (también está disponible el 1.5 TSI de 150 CV asociado a un cambio manual) no falla y cumple con transiciones rápidas y cómodas, lo que se espera de una transmisión de doble embrague de última hornada del grupo Volkswagen.
Como es habitual, en las presentaciones no podemos daros una cifra real de consumo así que, hasta que lo probemos en nuestras carreteras habituales, debemos quedarnos con una cifra homologada competitiva, de 6.1 l/100 km, una cifra en la que ayuda muy positivamente el hecho de que este motor cuenta con un sistema de desactivación de cilindros.
Por supuesto como Skoda que es no podían faltar las medidas Simply Clever, encontrándonos con un rascador de hielo tras la tapa del depósito de combustible, un soporte para los ticket en el pilar A, papelera, el gancho retráctil, el revestimiento de doble cara para el maletero, un paraguas oculto, huecos para botellas… Como tampoco falta lo último en seguridad y en asistentes a la conducción del grupo, con óticas Full LED opcionales, con intermitentes dinámicos, Side Assist, el sistema de alerta por tráfico cruzado, el control de crucero adaptativo, freno de emergencia en ciudad, asistente de aparcamiento, asistente de luces o el sistema de mantenimiento en el carril.
Algunas claves sobre el precio del Skoda Scala
¿El precio del Skoda Scala?
El gran lanzamiento comercial del Skoda Scala arrancará en mayo aunque ya hemos asistido a la preventa de ciertas versiones. Hay que tener presente que el Skoda Scala estará disponible en promoción con un precio de partida de 13.990 euros para la opción más modesta, un Skoda Scala Active con el motor 1.0 TSI de 115 CV. Si acudimos a una unidad como la que hemos probado durante nuestra prueba, con el acabado más alto y el motor gasolina de 150 CV asociado al cambio DSG nos encontraremos con un precio de 19.600 euros de la mano de la First Edition, incluyendo, como en la versión de acceso de 13.990 euros, los descuentos por financiación.
Esta edición especial de lanzamiento se convertirá más adelante en el acabado Sport aunque cuenta en esta edición especial el encanto de estar limitada a 200 unidades, el pack con los faros Full LED y un pack de lanzamiento que, entre otras cosas, incluye los intermitentes dinámicos y la cámara de visión trasera.
Si lo preferimos diésel nos encontramos con una opción de acceso de 15.590 euros con el acabado Active y si lo preferimos más equipado tenemos al 1.6 TDI de 115 CV por 17.400 euros con el acabado Ambition y por 18.800 euros con el acabado Style.
Como siempre profundizaremos en opciones de la gama, en promociones, en el equipamiento de cada acabado… en artículos independientes.
Conclusiones sobre el Skoda Scala: un gran coche para aquellos que busquen un compacto racional con mucho espacio
Dejo atrás Croacia y esta primera toma de contacto con el Skoda Scala con una grata sensación. El Skoda Scala me ha gustado y cumple muy positivamente con lo que se espera de un coche del segmento C. El cliente que buscando un coche compacto termine comprándose un Skoda Scala se va a encontrar con un coche confortable y muy espacioso, un compacto que a pesar de la sencillez desde la que se ha concebido su interior transmite una buena sensación de calidad, que pone a nuestra disposición una lista de equipamiento buena, con detalles muy positivos como el sistema multimedia y al que sólo le podemos reprochar cierta falta de empaque al tocar algunas partes de la consola central.
El motor 1.5 TSI de 150 CV le sienta fenomenal al Skoda Scala, espero poder probarlo pronto con otras mecánicas y me gusta como Skoda ha configurado esta plataforma, un chasis que pesa a su origen pone a nuestra disposición un rodar a la altura de lo que se espera de un segmento C y no precisamente con un aprobado raspado, pisa bien, es cómodo, está bien aislado…
Estamos en definitiva con un gran producto, con una alternativa muy interesante en el segmento C, sobre todo si valoras positivamente el disponer de un gran maletero o de unas plazas traseras amplias.