No sabemos qué tendrán los transplantes entres coches, pero es algo que nos fascina. Y el último ejemplo que te traemos sobre esta clase de experimentación prometemos que te dejará con la boca abierta. Imagina el resultado de fusionar un Subaru WRX STI con un V8 atmosférico de origen Ferrari, un completo Frankenstein que resulta tan imposible de entender que nos parece una verdadera obra de arte.
Preparaciones sobre la base del Subaru WRX STI en cualesquiera de sus generaciones hemos visto de todo tipo y condición. El Flat-Four de Subaru ya es suficiente buena base como para soportar modificaciones que dupliquen o tripliquen su potencia original, por eso no es tan común encontrar a alguien que haya preferido descartar el propulsor bóxer de 4 cilindros para instalar en su lugar un enorme V8 de origen Ferrari.
Pero así ha sido. En este Subaru WRX STI (GDB) se ha eliminado el motor bóxer original para instalar en su lugar un V8 atmosférico de la serie F136 de Ferrari, un propulsor capaz de desarrollar 450 CV en su especificación original y que ha sido empleado por modelos como el Ferrari California, el Maserati GranTurismo o el Alfa Romeo 8C.
Subido a un banco de potencia propiedad de John Reed Racing, nuestro Subaru con corazón de Ferrari ha demostrado ser capaz de alcanzar los datos de potencia declarados por la mecánica, aunque no sin ciertos problemas previos como la rotura del eje de transmisión en una de las primeras lanzadas. Aún así, tras algunos cambios y mejoras, se ha mantenido la tracción total AWD de Subaru, además de instalar un cambio secuencial específico para poder domar la nueva potencia del ocho cilindros. Dicho esto, lo mejor de esta preparación es sin duda el sonido que emana ahora de este Subaru.