Desde hace dos años, en el mercado automovilístico español no cesa la penetración de marcas de origen asiático y eminentemente chino que, hasta ahora, eran totalmente desconocidas. La mayoría se están posicionando en la mente del consumidor por sus bajos precios con relación a su competencia. Sin embargo, todavía quedan firmas con más trayectoria y experiencia en nuestro país que ofrecen productos confiables con tarifas que los convierten en los más asequibles de sus respectivas categorías. Quizá el mejor ejemplo es SsangYong y su Tívoli Grand, recién actualizado en 2024.
SsangYong Tívoli Grand 2024: a por las familias honestas que no necesitan aparentar
SsangYong es un fabricante surcoreano con una presencia muy humilde en España. De hecho, en 2023 sólo logró matricular 3.216 unidades, la mayoría de las cuales fueron de su camioneta 4×4, conocida como Musso Sports. Fuera del ámbito profesional, su modelo más vendido es el Tívoli, segundo SUV compacto más barato, tras el MG ZS, que se comercializa aquí. Su variante de carrocería larga, llamada Tívoli Grand, es la mitad de popular, pero a pesar de su reciente revisión estética y tecnológica, se erige como la opción más económica de su clase.
KGM Tivoli Grand
Se trata de un vehículo pensado para familias medianas que buscan el máximo espacio en un formato no muy grande y al mejor precio, sin caer en la «marquitis» o los productos «premium» a los que aspiran otros clientes. Así, el Tívoli Grand es un todocamino sin apariencias engañosas: procura amplitud, confort, equipamiento generoso y calidades aceptables por poco dinero (al menos, con relación a la competencia y al contexto del mercado actual). Mide 4,48 metros, es decir, 25 cm más que el Tívoli convencional, y declara 574 l de maletero por los 427 de su homólogo “corto”.
Potente y tecnológico desde 165 € al mes
Con tracción delantera, una distancia libre al suelo de 167 mm y escasas protecciones, el SsangYong Tívoli Grand no es un SUV pensado para salir del asfalto, cosa que sólo es recomendable hacer cuando el terreno no sea muy abrupto. Para otras circunstancias, es un coche que cumple: tiene un buen grado de maniobrabilidad y funciona bien (sin más) en carretera. Gran parte de su éxito está en el equilibrio entre sus dimensiones, su peso, su potencia y la puesta a punto de su chasis que, sin ser excelente, resulta muy satisfactoria por lo que cuesta.
Su espacio en las plazas traseras es mejor que en un Tívoli convencional, su masa bruta es inferior a las 1,5 toneladas, su conjunto de muelles y amortiguadores trabaja bien en la mayoría de frecuencias aunque prima la comodidad sobre la estabilidad, mientras que su motor, el único disponible, es un 1.5 turboalimentado de gasolina que rinde 163 CV y se asocia a transmisión manual con automática en opción (ambas con 6 marchas). Eso sí, su consumo es relativamente elevado, pues homologa entre 7,3 y 7,8 l/100 km y gasta cerca de 8,5 reales con independencia de la caja de cambios instalada.
SsangYong pide por este automóvil 22.400 euros en combinación del acabado básico Urban (el superior, Limited, vale 2.800 más), aunque lo ofrece desde 19.000 euros si se financia o por 165 euros al mes durante 48 cuotas (con una entrada de 4.000) si se realiza un plan multiopción. A cambio de ese dinero se obtiene un aspecto nuevo con faros LED, una parrilla frontal diferente, llantas de 16 pulgadas (18 en opción), pantalla multimedia de 8″, la mayoría de ayudas a la conducción del segmento y 7 airbags, entre otros. Además, por 2.750 euros, se recibe un «kit GLP» y la etiqueta ECO en vez de la C.