Toyota ha llevado a cabo un experimento de lo más curioso, uno que tiene mucho sentido aunque no lo parezca a primera vista (además de ser algo paradójico). Su instituto de investigación, junto con la Universidad de Stanford, han realizado un experimento para que la inteligencia artificial sea capaz de conducir de manera más segura. ¿Cómo lo han hecho? De la manera que menos te esperas en seguridad: a base de Tandem drift.
Tandem drift para desarrollar la IA con dos Toyota GR Supra
En Japón tienen bastante tradición en el drifting ya no solo como el arte del cual el máximo exponente es el legendario Keiichi Tsuchiya, sino también como competición con el D1GP, además de competiciones similares que existen en Europa y otras partes del mundo. El GR Supra, por su disposición de motor delante y tracción trasera, es una opción muy popular como coche de drift, además de contar con el motor B58 que ya en los M2 es una opción muy popular para builds de drift. Paradójicamente, convirtiéndolo en un sucesor ideal para el Supra JZA80 de los años noventa pese a quienes criticaban la decisión de aliarse con BMW años atrás.
Toyota GR Supra
En un Tandem drift, dos coches empiezan a derrapar al unísono, separados por apenas unos centímetros realizando maniobras de gran precisión con la idea de conseguir los mayores derrapes al mismo tiempo sin tocarse en ningún momento. Los movimientos de drifting se han utilizado a modo de simulación del patinaje que tendría un coche sobre nieve y hielo con el fin de evitar en el futuro accidentes de tráfico potencialmente mortales gracias a los avances en conducción autónoma.
TRI (Toyota Research Institute) y Stanford realizaron el test en el circuito de Thunderhill en California, con TRI encargándose de los algoritmos del Supra ‘liebre’ y Stanford de los del coche perseguidor. El primero debía contar con unos mecanismos de control estables mientras que el otro debía desarrollar un algoritmo con el que aprender a adaptarse al movimiento de lo que tenía delante.
Ambos coches estaban equipados con sensores para controlar cada uno de los módulos (dirección, acelerador y frenos), siendo capaces de prever sus instrucciones de dirección con el control predictivo de modelo no lineal (NMPC). De este modo, controlando cada derrape y reaccionando en tiempo real a cada movimiento del otro coche, la IA aprende a reaccionar ante situaciones que nunca son iguales al 100%, aprendiendo a tomar decisiones para evitar colisiones en todo momento.
Preparados por GReddy y TRD
Aunque los GR Supra no eran iguales al cien por cien, ambos han sido preparados del mismo modo que si se tratara de una competición profesional. En concreto, la preparación ha corrido cargo del reconocido preparador GReddy junto con Toyota Racing Development (TRD), quienes siguen utilizando este nombre para preparaciones y piezas aftermarket en Estados Unidos.