Es jueves, día 13 de septiembre y hace sólo unos pocos minutos que he llegado a casa, en Madrid. En el retrovisor, aún grande, aún bien presente, una de esas jornadas mágicas que te brinda esta profesión, un día de circuito, en el trazado de casa, en el Jarama, conduciendo un coche que aún pocas personas han podido conducir en el mundo, un coche que llevo esperando meses, un mito que vuelve y sobre el que he escrito en multitud de ocasiones, rumores, filtraciones, adelantos, pequeñas pinceladas fruto de alguna declaración puntual… Hoy, ayer cuando el reloj sobrepasa ya por un par de minutos la media noche, he podido poner ya a prueba al nuevo Toyota Supra, aún camuflado, aún ultimando los últimos flecos de su desarrollo, aún rodeado de interrogantes… Y me ha sorprendido… Y me ha encantado el coche a pesar de no ser lo que me esperaba. ¿Expectante por saber cómo va el nuevo Toyota Supra, por conocer detalles sobre su motor, qué hay de BMW bajo su piel o cuándo lo podrás comprar? Coge asiento, ponte cómodo, disfruta de esta primera prueba del nuevo Toyota Supra.
El circuito del Jarama, el escenario de las primeras pruebas del nuevo Toyota Supra
Toyota ha escogido el circuito del Jarama para la primera toma de contacto con el nuevo Toyota Supra. Un circuito que conozco bien, un circuito que me encanta y un circuito que no es la primera vez que sirve de base para la marca japonesa ante un nuevo lanzamiento, años atrás vimos desfilar por el asfalto del trazado madrileño al Toyota GT 86 en uno de sus primeros envites ante la prensa.
Toyota GR Supra
El Toyota Supra no ha pasado desapercibido estos días en los boxes del circuito. Multitud de conocidos llevan días enviándome fotos de los coches en los boxes, en el paddock del circuito… y de hecho hay quien me ha comentado incluso que han visto a los Supra rodando en el circuito junto a un BMW M2, junto a un Porsche Cayman o un Audi TT, entre otros coches, en lo que imagino que será un ejercicio por parte de la marca para ver donde se sitúa el nuevo Supra frente a sus rivales.
Impaciente, no sólo por probar el nuevo Toyota Supra, también con ganas de probar el nuevo asfalto del Jarama, salía antes de tiempo de casa con dirección al hotel donde nos ha citado Toyota, a unos pocos metros de la estación de Chamartin. En la puerta espera uno de los pocos Toyota Yaris GRMN que se han vendido en España.
El nuevo Toyota Supra debutó, aún camuflado, en el Festival de la Velocidad de Goodwood
El Festival de la Velocidad de Goodwood ha sido la última cita en la que el nuevo Toyota Supra se ha dejado ver. Desfilo entre las balas de paja, entre los mejores deportivos y superdeportivos del mundo, para avivar la llama de una atención mediática con la que el proyecto del nuevo Toyota Supra lleva conviviendo desde los primeros rumores. Es normal, hablamos del regreso de uno de los coches más míticos de la industria japonesa.
Meses atrás, antes de este encuentro, antes de verlo en Goodwood, Toyota nos lo mostró en el Salón de Ginebra vestido de coche de carreras, con una aerodinámica y con un kit de carrocería, mucho más salvaje, con el interior “vacío” y cargado de componentes destinados a su uso en circuito. Entonces, viaje al salón con Toyota, pude sentarme en un pequeño cubículo con Tetsuya Tada, padre de la criatura, para adelantaros ciertas indiscreciones, conocer, sobre todo, el enfoque en el que se estaba trabajando más que especificaciones y volver a casa con la sensación de que el proyecto del nuevo Toyota Supra estaba cargado de la emoción que se merecía. Aquel prototipo, aquel Supra de carreras, ya nos dejaba entrever la silueta del modelo definitivo y pintaba realmente bien.
Una Nissan NV300 nos lleva desde el hotel hasta el circuito. El Jarama se ha vestido para la ocasión con los colores de Gazoo Racing, la marca deportiva de Toyota a la que la marca japonesa está sacando ahora brillo, lista para darle un mayor protagonismo, para llevarla hasta más modelos… En la torre del circuito nos aguarda la comida, coincidimos con unos pocos compañeros de otros países y tras la comida nos esperan en los primeros boxes del circuito, ya renovados, un bonito elenco de clásicos con lo que queda más que clara la tradición deportiva de la marca. Un Toyota 2000 GT al fondo, el último Supra que a tantos adolescentes nos conquistó desde mediados de los 90 hasta los primeros compases del cambio de milenio…
Darle más valor a lo que sentimos conduciendo que a las cifras es una buena filosofía para desarrollar un nuevo Supra
Antes de lanzarnos a la pista tenemos una rueda de prensa. Los compañeros franceses, mientras, tienen ya su primer contacto con el nuevo Supra. Toyota se sigue resistiendo a ofrecernos las especificaciones del Toyota Supra pero nos dejan con una importante declaración de intenciones “Numbers are one thing, feeling is what matters”. Me gusta esa filosofía, es la filosofía que hace tan especial a coches como el Toyota GT 86 o el Mazda MX-5.
Toyota nos habla de que el nuevo Toyota supra equipa una suspensión adaptativa, de que sus frenos están firmados por Brembo y que sus neumáticos son unos Michelin Pilot Sport desarrollados específicamente para el nuevo Supra. Aún no sabemos su longitud, su anchura, su altura… Pero me da la sensación de que tiene el tamaño perfecto, con unas proporciones muy agradables y un diseño realmente agresivo.
Para la puesta a punto del coche el equipo de Toyota ha rodado en los circuitos de Miramas, en Francia y Nürburgring además de por las carreteras de los alrededores de ambos circuitos. La autobahn le ha servido al Supra de campo de pruebas para ver su comportamiento rodando a velocidad máxima fuera de circuito y además también se ha testado sobre la nieve, en las carreteras secundarias de Suecia.
Aprovechando las primeras pinceladas sobre su desarrollo, sobre los componentes que dan forma a su chasis, Tada-San se apresura a matizar que es un coche en el que no se ha descuidado el confort, que también pretende ser un buen coche de diario.
El Toyota Supra tiene un centro de gravedad inferior al del GT 86 y es más rígido que el Lexus LFA
Además Toyota menciona algo que pone inmediatamente una sonrisa en mi cara y es que el Toyota Supra tiene un centro de gravedad más bajo que el del Toyota GT 86, que ya es realmente bajo y fue una de las puntas de lanza del lanzamiento del “hachiroku”. Sin una cifra concreta debemos tener presente que el hermano pequeño del Supra se conformaba con un centro de gravedad situado a 475 mm y sorprende que el Supra lo haya conseguido con un motor en línea, cuando el GT 86 hace el mencionado registro recurriendo a un bloque bóxer.
Seguimos con hechos sorprendentes, con una diapositiva que muestra que el nuevo Toyota Supra tiene una rigidez estructural superior a la del Lexus LFA y muy superior a la del Lexus LC, con un reparto de pesos perfecto y Toyota pone la guinda en el pastel advirtiéndonos de que el nuevo Toyota Supra equipa un diferencial activo controlado electrónicamente.
La teoría llega a su fin, el equipo de Toyota se presta a las primeras preguntas sobre el apartado técnico del Supra y Tada-San nos advierte, en esta ronda de preguntas, que no cierra la puerta a que el nuevo Toyota Supra llegue con cambio manual. Por supuesto la pregunta sobre los lazos con BMW es obligada y Tada San nos responde que, en lo que a puesta a punto se refiere, ambas marcas han seguido caminos diferentes y que en Toyota no saben como BMW ha evolucionado la plataforma compartida ni en BMW saben como lo ha hecho BMW por lo que podemos esperar que cada marca haya dejado su propia impronta en cada uno de los deportivos.
Parece que el grupo francés está terminando su turno en la pista, un miembro de la organización nos advierte de que es la hora de saltar al pit lane, el primer encuentro físico con el nuevo Toyota Supra, el primer cara a cara, la hora de la verdad. Son días y días, meses, imaginando cómo va el nuevo Toyota Supra, ¡y ahora ha llegado el momento de descubrirlo!
El Toyota Supra no sólo tiene un diseño atractivo, también es original
Ante mí dos Toyota Supra completamente camuflados, con ese camuflaje que nos ha acompañado, con los colores de Gazoo Racing, durante las últimas semanas en cada foto que hemos visto del Supra. Al natural el nuevo Toyota Supra gana (y mucho) y lo hace proponiéndonos un diseño de lo más original, agresivo, muy japonés, con un largo morro muy característico bien seguido de unos marcados pasos de rueda que me han conquistado y un atractivo alerón de tipo “cola de pato”. Me encanta la vista posterior del coche, esa conjunción entre el mencionado alerón y los también mentados pasos de rueda posteriores. Unas generosas parrillas delanteras, las taloneras, las formas del techo y las ópticas traseras completan un conjunto que, estéticamente, me resulta de lo más agradable, cargado de personalidad.
Dos generosas salidas de escape flanquean una zaga donde nos encontramos un piloto más propio de un F1 que de un coche de calle. Los faros, el culmen de los pasos de rueda, se encargan de ensanchar el conjunto y las llantas cuentan con un diseño también atractivo. La única pega que le encuentro a su diseño, actualmente, aún camuflado, pasa por la presencia de ciertas branquias, de ciertas tomas de aire, cegadas.
Los quicios de las puertas nos revelan los colores de las unidades que vamos a conducir. Hay un Toyota Supra amarillo, otro rojo, otro gris y otro azul. El amarillo pinta realmente bien y bromeo con Tada San sobre que es mi favorito. Llega la hora de acomodarnos en su interior…
El interior de los Toyota Supra que hemos probado estaba también camuflado
Toyota se ha encargado de cubrir concienzudamente cada palmo del interior del Toyota Supra. Diferentes gamuzas recubren sus asientos, la consola central, el salpicadero e incluso en función de la unidad el sistema multimedia. Cada pequeña porción que queda a la vista delata los lazos con BMW. Los mandos, los aireadores, el sistema multimedia, todo me recuerda a la marca alemana aunque evidentemente lo estoy viendo cubierto en gran parte. El puesto de conducción es bastante buen y a mi alrededor parece que hay buenos ajustes y materiales, me gusta que el protagonismo de la instrumentación se lo lleve el cuentarevoluciones.
En una pequeña pausa antes de salir a pista busco rápidamente el artículo del nuevo BMW Z4 para ver que hay de parejo con el roadster de BMW y la instrumentación y la disposición de la pantalla del sistema multimedia es diferente mientras que el frontal de la consola central y los mandos del puente, donde me encuentro ya con un botón “Sport” que estoy deseando pulsar, son parejos a los de BMW. Se asoma, allá donde no llegan las gamuzas, un poco de fibra de carbono, material que, por cierto, Tada San descartó en la constitución de su carrocería y su chasis para mantener los costes del coche y por extensión su precio.
Ahora sí, pulso el botón de arranque…
En movimiento, primeras impresiones de su dinámica
Abigail Eaton, a quien muchos conoceréis por aparecer en The Grand Tour, se sienta a mi diestra para acompañarme en el baile con el nuevo Toyota Supra. Me sorprende que el Toyota Supra suena, aún sin movernos del pit lane, relativamente poco y tras fijar mi asiento e insertar la D, me lanzo a descubrir el comportamiento del nuevo Supra.
Lo primero que me encuentro es que el turbo tiene un gran protagonismo ya no sólo en el desempeño del coche sino también en su sonido, dejándonos con unos soplidos que sin ser exagerados se dejan escuchar bien en el habitáculo. Nada más salir del pit lane hundo el acelerador para toparme con una buena sensación de empuje que, sin ser desmesurada es gratificante. El kick down del cambio me parece un poco brusco, encaro la curva de final de recta y sigo hasta Farina para cerciorarme de que el motor de 6 cilindros en línea, que según lo que nos han dicho ciertas fuentes coquetea con los 350 CV, nos deja con una buena aceleración, estando dispuesto a subir hasta más allá de las 6.000 vueltas.
En mis manos tengo un volante que me ofrece una buen nivel de información de lo que pasa entre las ruedas de Michelin y el nuevo asfalto del Jarama y aunque no tiene todo el peso que me gustaría no me parece que tenga un tacto desagradable, ni mucho menos. Los frenos responden sin problemas y la suspensión me corresponde en cada curva con un tarado firme pero cómodo, pasando bastante plano por el vértice, sin balanceos, sin inercias y sin la sensación de ir sobre una tabla, no me parece que sea un coche incómodo, me está dando la sensación de hecho de que es todo lo contrario.
El Supra no para de mandarte información sobre como reacciona a cada golpe de dirección, de gas y las transiciones de la caja de cambios automática, que juraría que es una ZF, son rápidas y de nuevo con un alto grado de confort, aunque el kick down del cambio me molesta apareciendo con no toda la celeridad, ni con la suavidad que me gustaría, entorpeciendo, de hecho, la salida de alguna que otra curva.
Intento forzar a la salida de ciertas curvas algún sobreviraje, apoyándome en la transferencia de masas, a golpe de gas pero sorprendentemente me encuentro con un “grip” mayor del que esperaba y es que parece que el Supra prefiere abordar esto de la conducción espirituosa desde una perspectiva muy diferente a la del Toyota GT 86.
A la salida de cada curva gas, gas, gas y seguidamente la sensación de que ganamos velocidad a buen ritmo, sin una patada salvaje, pero con presteza. Reconozco que me está sorprendiendo positivamente a pesar de que el Toyota Supra que me he encontrado no es el que me esperaba encontrar y es que a juzgar por su diseño, por el coche que es, uno podría esperar un comportamiento mucho más temperamental, una dirección más ruda, una zaga más dispuesta a jugar y una sacudida mayor al hundir el pie derecho en el acelerador y no, no hay nada de eso.
En su lugar tenemos un coche que tiene una gran capacidad de tracción, que responde alegre pero sin virulencia a la salida de una curva, que tiene una dirección agradable y comunicativa aunque eche en falta algo más de peso, que cuenta con unas suspensiones que lo hacen ir bastante plano en curva pero sin hacerlo incómodo y con un escape que aunque suena bien no suena todo lo que me gustaría que sonara. Es, en definitiva, un coche deportivo más dócil de lo que me había imaginado y ojo, esto no tiene que ser malo, es un deportivo placentero que no nos pide pelearnos en cada curva, que nos hace sentir que vamos a tener todo bajo control y que no nos pide ir excesivamente rápido para pasárnoslo bien.
Ya que, inevitablemente, tenemos que tener presente a BMW en esta prueba diría que el Toyota Supra es lo que es el BMW M240i si lo comparamos con un BMW M2, aún más dócil, más fácil de gestionar su entrega de potencia, transmitiéndonos más confianza y dulcificando el tarado de ciertos mandos. Y sí, un BMW M240i tiene todo el sentido del mundo como lo tiene un Toyota Supra con esta puesta a punto.
Tras las primeras vueltas al Jarama toca una pausa para intercambiar sensaciones con el equipo de Toyota y el resto de compañeros. Tada-San atiende con atención a cada impresión que damos y me responde que es “culpa de las normativas” a mi demanda de un poco más de sonido animándome a pensar en este coche como un coche que está dispuesto a recibir de buen agrado un buen número de piezas aftermarket.
Unas fotos más, alguna toma de vídeo, me cuelo en uno de los boxes donde le están revisando los frenos a una de las unidades y vuelta al ruedo, vuelta a la pista para, por un lado, confirmar las sensaciones antes descritas y deleitarme con un cambio de levas, “manual”, que redondea la experiencia de conducción permitiéndonos aprovechar mejor la respuesta del coche.
En un tramo de montaña se agradece aún más la equilibrada respuesta de su chasis
La jornada aún no ha terminado, ni mucho menos y tras bajarnos de los coches, dar cuenta del incipiente apetito con un par de croissants y disfrutar de los clásicos allí reunidos nos avisan de que ya podemos salir fuera del circuito con los coches rumbo a uno de nuestros tramos de montaña favoritos, ¡el Atazar!
Autovía y… Vaya, parece que el Toyota Supra es un deportivo con el que podremos viajar cómodos a un ritmo alegre, algo que encaja a la perfección con la sensación de suspensión confortable que me ha dado en circuito y su dirección, de hecho… ¡me está pareciendo un gran coche de diario! Falta ver su consumo claro, pero por ahora tengo la sensación de que estoy conduciendo un gran turismo “en miniatura”.
Tras afrontar los primeros kilómetros de tramo junto al embalse del Atazar confirmo otra sensación que ya había percibido en el Jarama, la de que el Toyota supra se siente un coche realmente comedido en sus dimensiones, más compacto de lo que realmente es, haciéndolo ágil y dándonos la sensación, de nuevo, de coche dócil, algo que se agradece enormemente en un tramo de montaña donde otros muchos deportivos hacen que no puedas conducir rápido por miedo a que una curva se te atragante y no la puedas corregir a tiempo.
El Toyota Supra te pone realmente fácil eso de disfrutar en una carretera de montaña, me encanta. Parece dispuesto a satisfacernos tanto en un trackday como una mañana de domingo en nuestra carretera favorita y cumple en ambos casos realmente bien.
Me toca cederle el testigo del Toyota Supra a otro compañero y me acomodo en el interior de un Toyota GT 86. No pinta nada mal el plan de vuelta a Madrid, encarar el Atazar con el Toyota GT 86…
La oportunidad es perfecta para comprobar que el Toyota GT 86 es un coche más seco en sus reacciones, con una suspensión que llega menos filtrada al habitáculo, con una dirección con más peso y sorprendentemente me transmite que es un coche menos compacto que el Toyota Supra. Por supuesto la diferencia de potencia con el Supra es abrumadora y a la salida de las curvas el Toyota Supra desaparece en un suspiro, exigiéndome jugar con el cambio manual para volver al régimen adecuado del motor bóxer atmosférico, lo que de nuevo me deja con una sensación de coche menos confortable, de deportivo más rudo y al mismo tiempo me hace añorar un cambio manual en el Toyota Supra.
Qué gran deportivo es el Toyota GT 86. Estoy seguro de que la llegada del Toyota Supra va a animar sus ventas. Me encanta que ambos cuenten con una personalidad tan diferente y bien definida.
Una breve parada en una gasolina, vuelta al Toyota Supra, el tráfico de media tarde para entrar en Madrid, Chamartin y vuelta al hotel desde el que salíamos por la mañana conduciendo bajo la atenta mirada del resto de conductores, pulgares arriba desde muchos coches, caras de sorpresa y algún que otro móvil filmándonos y haciéndonos fotos. Discreto no es precisamente el coche, menos aún camuflado.
El nuevo Toyota Supra estará disponible en los próximos días y llegará a las calles en 2019
Con un zumo de tomate sobre la mesa, en la terraza del hotel aún vacía, empiezo a articular mentalmente este artículo, las impresiones de conducción, la respuesta al qué es el nuevo Toyota Supra antes de acompañar a Tada-San en una de esas cenas que estoy seguro que se quedará grabada en mi memoria durante mucho tiempo, hablando del posible mercado de piezas de la industria auxiliar que apoyará la llegada del nuevo Supra, del problema del cambio de piezas y las ITV en España, intercambiando curiosidades de su desarrollo por impresiones y matices de la conducción de su criaturita…
Me encanta que Toyota me haya sorprendido con un coche rápido y divertido pero no tan “salvaje” y de reacciones contundentes como me esperaba, ofreciéndonos un deportivo que además de ser dócil, además de ser muy aprovechable buscándole las cosquillas tanto en circuito como en un tramo de montaña, nos ofrece una experiencia confortable, perfecta para entender este coche como un coche que podríamos utilizar en el día a día, con una dirección que no es molesta, con una suspensión dispuesta a “tragarse” sin demasiada queja cada badén o roto del asfalto.
Me gusta bastante la originalidad de su diseño y resta ver al desnudo su interior, pero por ajustes, acabado y tecnología disponible el nuevo Toyota Supra parece dispuesto a salir bien parado.
¿Su precio? Toyota aún no nos ha dado ningún detalle al respecto pero intuyo que rondará los 50.000 – 53.000 euros con una buena dotación de equipamiento de serie. Si se cumplen los pronósticos sabremos más del coche en el Salón de París, quizá lo veremos ya sin camuflaje aunque no podemos perder de vista que Toyota podría reservarse algo de información sobre el coche para el Salón de Detroit teniendo en cuenta que el Toyota Supra tendrá en Estados Unidos un gran mercado al que atender.
Toyota admitirá reservas ya durante el Salón de París, a comienzos de octubre, en unos pocos días y su producción, de la mano de Magna Steyr, en Graz, Austria, arrancará en abril, con unas primeras entregas que podrían ocurrir antes del verano.
Enhorabuena Toyota y gracias por darnos a los aficionados del motor un coche así. Hoy en día en difícil crear un coche que sorprenda y lo habéis conseguido aunando un diseño atractivo y rompedor con un chasis muy bien puesto a punto, dejándonos con un GT que se siente tan dócil y ágil como confortable.
¿Las pegas? Cuatro: el sonido del escape, me gustaría un poco más de peso en la dirección, las tomas de aire “cegadas” y un maletero conectado con el habitáculo que no me termina de convencer tal y como está resuelto. ¿Los puntos a favor? Creo que han quedado bien retratados en estas cerca de 4.000 palabras, son muchos y desde la habitación del hotel desde donde pongo fin, a las cinco de la madrugada, al artículo que comencé cinco días atrás, se ve demasiado cerca la hora final del embargo de las impresiones de conducción como para extenderme más.