Ford nos ha invitado a probar su traccion integral en el valle de Astún, sobre una pista de nieve y hielo situada a 2.000 m. de altitud y con temperaturas entre 6 y 8º bajo cero. Además de disfrutar de lo lindo con los Ford Mondeo, Ford Kuga, Ford S-MAX y Ford Edge, todos ellos con tracción 4×4, hemos podido comprobar la eficacia real del sistema de tracción 4×4 de Ford, con sus virtudes y limitaciones, en condiciones de máxima exigencia. A partir de esta experiencia directa, os contamos si es un sistema recomendable.
¿Qué tal traccionan los Ford 4×4 sobre nieve y hielo?
La verdad es que el mecamismo de tracción total se ha mostrado muy eficaz sobre un circuito repleto de nieve, en el que los coches más bajos rozaban su parte inferior en algunos puntos, tal era la cantidad que se había amontonado. Las circunstancias eran muy exigentes y el resultado ha sido muy bueno. Obviamente todos los coches llevaban neumáticos de invierno, un elemento tan esencial o más que la propia tracción 4×4.
Ford S-MAX
Al volante, el conductor puede percibir claramente cuándo el par se empieza a transmitir a las ruedas traseras y cómo el coche va tomando impulso mientras busca adherencia en cualquiera de sus 4 neumáticos. Algunos coches sí llegaron a atascarse, pero fue por quedarse empanzados en puntos con muchos baches en los que al meter las ruedas ya no podías salir o en puntos de acumulación de nieve blanda, pero no por falta de tracción.
Sólo la lentitud del cambio automático, «confundido» por la adversidad de la situación, empañó un poco una experiencia que fue ante todo divertida y muy esclarecedora.
Es importante tener en cuenta que las versiones 4WD exigen la incorporación del cambio automático PowerShift, con lo que hay que sumar un incremento con respecto al mismo modelo manual y tracción delantera de unos 2.000 € por la caja automática y otros 2.500 € aproximadamente por la traccion 4×4, según versiones.
¿Cómo funciona la tracción 4×4 de Ford? Ventajas e inconvenientes
La tracción 4×4 de Ford para vehículos convencionales (Mondeo, Kuga, Edge, S-MAX y Galaxy) funciona mediante un embrague electromagnético que acopla el tren trasero sólo cuando se detecta un deslizamiento de las ruedas delanteras. Es un sistema reactivo, en el sentido de que sólo actúa después de detectar el patinamiento, lo cual significa que en circunstancias normales estaremos trabajando con tracción delantera.
Las ventajas de este sistema son principalmente dos: por un lado es más eficiente que un 4×4 permanente, al no arrastrar todo el árbol de transmisión cuando no es necesario, lo que beneficia el consumo. Por otro lado, el acoplamiento gradual mediante un embrague permite distribuir hasta el 100% del par a las ruedas traseras de forma electrónica, con lo que su eficacia una vez engranado es muy buena y la distribución del par debería ser bastante óptima.
Los inconvenientes de este tipo de sistemas, como el que también incorpora el grupo Volkswagen en SEAT, Skoda, Volkswagen y Audi, son también dos. Por un lado, al ser un sistema reactivo necesita una pérdida de adherencia para activarse y sólo después se convierte en 4×4. Aunque reacciona en milisegundos, el conductor puede percibir claramente la pérdida de tracción seguida del rescate de las ruedas traseras, cosa que no sucedería en un 4×4 permanente que, simplemente, traccionaría mejor en todo momento y de forma constante.
El segundo inconveniente es que el mecanismo puede actuar sin problemas en un uso normal por carreteras deslizantes, pero sufriría un cierto desgaste y calentamiento en el punto de acople con un uso intensivo, un problema que no existiría con un diferencial central.
¿Es recomendable la tracción 4×4 de Ford?
La tracción 4×4 es recomendable para personas que circulen habitualmente por carreteras heladas. Los muy esquiadores podrán encontrar en ella un inestimable aliado para subir a la montaña con enormes garantías de no quedarse atrapados en una pendiente de hielo. El sistema funciona.
Dicho esto, creo que cualquiera de estos coches en versión de tracción delantera pero equipado con neumáticos de invierto podría circular por una carretera helada de forma esporádica sin demasiados problemas, y sólo en situaciones muy extremas (como las de este circuito) llegaríamos a marcar la diferencia teniendo un 4×4.
Mi conclusión es que si el incremento de precio mencionado más arriba no es un obstáculo importante para el comprador y realmente va mucho a la nieve, sí le recomendaría cualquiera de estos coches. Para todos los demás, los neumáticos de invierno deberían ser más que suficientes.