Igual de real que es hoy el Lamborghini Urus con su motor V8 Twin-Turbo heredado de Porsche, también lo será mañana el hecho de que el sucesor del Lamborghini Aventador empleará un V12 híbrido. Hablamos de dos propuestas que persiguen el mismo fin, reducir emisiones, pero que en Lamborghini no miran con los mismos ojos descubriendo que para sus verdaderos deportivos no quieren ni oír hablar de sobrealimentación por muchas que sean sus ventajas. Por ello, y aunque las comparaciones son odiosas, nada mejor que preguntar a la propia Lamborghini sobre los motivos reales tras su rotunda negativa al uso de turbocompresores en el sucesor del Aventador.
La guerra por ser el último fabricante en seguir ofreciendo motores V12 lleva años produciéndose con Ferrari y Lamborghini peleándose además por añadir la condición de atmosférico a esa receta perfecta de motor deportivo. Pero el futuro no pinta nada fácil y por eso ambas marcas buscan fórmulas para mantener con vida ambos propulsores. Así, el límite de desarrollo de estos motores en materia de emisiones está cada vez más cerca y por eso Lamborghini ya ha anunciado que su próxima generación de motores V12 serán híbridos. Sin duda se trata de un movimiento importante, aunque quizás no tanto como la exclusiva que te desvelamos hace poco en la que Ferrari confirmó que sus V12 atmosféricos aún podrán seguir evitando el uso de turbocompresores o sistemas híbridos.
Lamborghini Urus
Sí, nos guste o no, el futuro de los V12 y posiblemente también de los V10, esté en la propulsión híbrida. ¿Pero por qué no seguir el camino de Aston Martin y pasarse a la sobrealimentación? Esta es la pregunta a la que ha respondido Maurizio Reggiani – Jefe de ingeniería de Lamborghini – en su última entrevista concedida a los compañeros de Motor Trend. Para Reggiani no había opción alguna al uso de turbocompresores en el V12, primero por el cambio de carácter que conllevaría en la mecánica (respuesta, sonido, progresividad…) y segundo porque la hibridación tal y como la quieren plantear no esconde un único interés medioambiental.
Para un coche del concepto del Urus resultaba imprescindible contar con un motor con mucho par a bajas vueltas, siendo capaz además de ofrecer una entrega constante en todo el tacógrafo. Pero en el caso de sus verdaderos deportivos, Lamborghini ha ideado un sistema híbrido que permite no solo un modo de conducción híbrido e incluso 100% eléctrico, sino también una función de asistencia al motor V12 con el que añadir un extra de potencia al más puro estilo KERS. El desafío queda entonces en el complejo aspecto del peso, un punto que Reggiani ya trató con anterioridad para subrayar que la prioridad estaría en alterar lo mínimo posible el peso objetivo del vehículo, así como su reparto de pesos.