La oleada de coches eléctricos es imparable y tan solo nos queda nadar hacia la orilla o aprender a surfearla, y parece ser que firmas como Volkswagen nos quieren alentar hacia la segunda opción. Y es que los de Wolfsburgo reclaman el trono en el sector de los eléctricos con su familia ID., familia dispuesta a comulgar también con vehículos deportivos afianzados con el apellido GTX tal y como ya mostró el ID.4 GTX. Pero hay más, mucho más.
Así lo demuestra el propio CEO de Volkswagen Ralf Brandstätter, quien ha compartido a través de su perfil de Linkedln al que tiene todas las papeletas de convertirse en el primer hot hatchback eléctrico de Volkswagen, el Volkswagen ID.X Concept. Lo prometido es deuda, y la casa alemana ya auguró un futuro repleto de EV de corte deportivo, siendo así el recién desvelado ID.X la veracidad de dicha promesa.
Volkswagen ID.3
Cierto es que estamos ante un prototipo, pero los últimos años han demostrado que la línea entre el concept car y el coche de producción es cada vez más estrecha, y en este caso no iba a ser menos. Sobre todo teniendo en cuenta que el ID.X Concept toma como base al ID.3, modelo que se ha postulado como el homólogo eléctrico del mismísimo Volkswagen Golf, implicando así que debe asumir los mismos éxitos que el aclamado compacto teutón.
Lógicamente, en esta ya no tan aventurada versión deportiva del ID.3 encontramos importantes rasgos en sintonía con los de un coche que se acoge a este esperanzador sector. El apartado estético hace lo propio por cortesía de una decoración específica, llantas de nueva cuña, suspensión rebajada -que también mejora el comportamiento dinámico- y componentes aerodinámicos indispensables en un coche eléctrico.
La receta sigue haciéndose más interesante con diversos condimentos en el interior, donde cobran un irrevocable protagonismo los asientos semi-backet con reposacabezas integrado, el volante de corte deportivo y unas costuras a juego con el exterior. Sin embargo, el quid del Volkswagen ID.X Concept se asienta en su puesta a punto, donde recae toda la responsabilidad de aplicar el adjetivo deportivo con presteza y acierto.
Los ingenieros de Volkswagen han recurrido directamente a la batería de 82 kWh del ID.4 para sustituir a la de 77 kWh que emplea el ID.3 convencional. A priori, una jugada arriesgada, puesto que la presencia de una batería de más capacidad implica más peso, pero nada más lejos de la realidad. Y es que el ID.X consigue reducir el peso en 200 gramos frente al ID.3, acentuando la relación peso-potencia que todo coche deportivo ansía.
Pero la verdadera gracia de este concept car reside en los 329 CV de potencia que eroga, cifra que se distribuye entre ambos ejes y que permite que el sprint hasta los 100 km/h suceda en 5,3 segundos, algo más lento que su homólogo de combustión, el Golf R, modelo que es capaz de matizar el 0 a 100 en 4,6 segundos.
Sea como fuere, las intenciones de Volkswagen son claras. No se ha hablado de momento de un ID.X de producción, ni si quiera está previsto; pero claro está que los de Wolfsburgo tomarán buena nota del concepto para llevar a la calle una variante GTX del ID.3, asentando con diligencia esa prometedora estirpe de vehículos eléctricos deportivos que Volkswagen quiere que sea motivo de suspiro de todo petrolhead.