Las pasadas vacaciones de Semana Santa, un servidor y su pareja nos fuimos a pasar unos días a Portugal. Allí nos encontraríamos con la familia de mi pareja, un matrimonio con dos hijos, además de una tía. El objetivo era viajar por la costa de Portugal, partiendo en Oporto y acabando el viaje en Lisboa. ¿Qué coche podríamos probar en el que siete personas con el equipaje de una semana viajasen cómodamente? Los SUV de siete plazas quedaron descartados, y apenas existen monovolúmenes con tanto espacio a bordo – el SsangYong Rodius sería una excepción de honor. Es por ello que decidimos hacer una prueba muy real del mejor coche para este tipo de viajes: una furgoneta de pasajeros, la Volkswagen Multivan.
Volkswagen Multivan
Viaje en primera clase para siete personas y su equipaje
Aunque las Volkswagen Multivan – y por extensión toda la gama T6 – van a ser renovadas en muy pocos meses, creímos interesante hacer una última prueba, en la que analizar si sus principales atributos se mantienen intactos en estos tiempos de grandes cambios tecnológicos y evolución en el sector del automóvil. La Multivan probada era una versión “The Original”, con un equipamiento intermedio, y un motor 2.0 TDI en sus entrañas. Un propulsor de 150 CV asociado a una caja de cambios DSG de siete relaciones, que manda toda su potencia al tren delantero. Esta Volkswagen Multivan homologa un consumo medio de 8,5 l/100 km y tiene unas prestaciones modestas, con una velocidad punta de 181 km/h.
Una de las causas de esto es un peso elevado, que supera las dos toneladas en vacío. Hemos de recordar que son vehículos de origen industrial, aunque estén adaptados para transportar cómodamente a siete personas. Esta Multivan es una versión corta, con la batalla más pequeña. Con todo, mide 4,90 metros de largo, 1,90 metros de ancho y 1,97 metros de altura. Tras auparme a su puesto de conducción – sólo comparable en altura al de todoterrenos con chasis de largueros y travesaños – me quedan muy patentes sus dimensiones: estoy conduciendo una caja, casi literalmente, y tengo que salir de una plaza de garaje bastante estrecha. Los sensores de aparcamiento traseros son una bendición en este tipo de circunstancias, al igual que la cámara de marcha atrás.
Aunque el parking es estrecho, la Volkswagen Multivan gira mucho y tiene una excelente visibilidad hacia todos lados, fruto de su aspecto cuadriculado. Sin mayores dificultades, que las intrínsecas a su tamaño, abandono el parking de prensa de Volkswagen y pongo rumbo a Oporto. Los primeros cientos de kilómetros transcurren por autovías y autopistas. Al estar matriculada como turismo, puedo rodar a 120 km/h sin temor a sorpresas en forma de radar, o peor aún, de Pegasus. El rodar es plantado, con aplomo. No puedo afirmar que tenga la calidad de rodadura de una berlina, pero no está tan lejos. Solo ciertas juntas de dilatación o baches revelan el esqueleto industrial de la Multivan, con una amortiguación seca en compresión.
Antes de entrar en Portugal rodamos unos kilómetros por una nacional en buen estado, que se transforma en una “autoestrada” de peaje al cruzar la frontera. Una autopista con fortísimos repechos, en los que la gestión de la caja de cambios baja una o incluso dos marchas para poder mantener su crucero de 120 km/h. Al llegar a Oporto, el ordenador de a bordo marcaba 7,9 l/100 km, cifra en torno a la que oscilaría en trayectos interurbanos similares en días venideros. Tras el reencuentro familiar, una noche reparadora y clásicas viandas portuguesas como la “francesinha”, era momento de turistear. El primer día pusimos rumbo a Guimaraes, cargando con siete personas a la Multivan. Una excursión de día en la que apenas llevábamos equipaje.
Conecté mi teléfono mediante Android Auto al sistema de infotainment. Así podía controlar las listas de Spotify que confeccioné para la ocasión. Aunque la pantalla de este sistema no puede ser de más de 6,5” – algo que el lavado de cara soluciona – su funcionamiento es idéntico al de otros sistemas de mayor tamaño en vehículos de la marca. Mientras tanto, los pasajeros ya habían desplazado hacia atrás la banqueta trasera de tres plazas, tras explicarles que debe hacerse desde el maletero. Esta unidad cuenta con una única puerta lateral, completamente manual. Las Multivan pueden equipar una puerta motorizada y una segunda puerta lateral, pero no en este acabado The Original – nos tendríamos que ir a una Outdoor, como mínimo.
Nuestra Volkswagen Multivan de pruebas estaba en configuración 2+2+3, pero se puede reorganizar como se quiera, gracias a carriles guía situados en el piso. Incluso se podrían sacar todos los asientos, logrando un espacio de carga de varios metros cúbicos, en el que podríamos cargar incluso dos palés europeos. Cargada con siete adultos, la Volkswagen Multivan tiene un peso en orden de marcha próximo a las tres toneladas. Pese a ello, sus prestaciones no flaquearon de forma ostensible y los cruceros a 120 km/h seguían siendo posibles, sin que los consumos superasen los 8,5 l/100 km fuera de la ciudad. Como es lógico, no os cuento nada nuevo si os digo que en ciudad era fácil que el consumo superase los 12 l/100 km fácilmente.
Tras varios días de pequeñas excursiones, en lo que lo más dificultoso fue aparcar la furgoneta en ciertos aparcamientos antiguos, era momento de trasladarnos a Lisboa, última etapa de nuestro viaje. Ya que los siete viajábamos con equipaje, decidimos adelantar ligeramente la fila trasera. Todo el equipaje cupo a la perfección, en un espacio de carga que superaba claramente los 800 litros. Además, no afectó apenas al espacio a bordo, que seguía siendo de siete plazas reales. El viaje transcurrió sin drama alguno, más allá del propio e interno, al comprobar el precio de las autopistas portuguesas de peaje. Un atasco en la entrada a Lisboa me hizo valorar la comodidad del cambio automático DSG, recomendable especialmente en este tipo de ámbitos.
Tras una despedida emotiva de la familia, mi pareja y yo nos volvimos a España, previa parada en el impresionante Palacio da Pena de Sintra, un imprescindible de los alrededores de Lisboa. Como un servidor tenía que trabajar, le cedí el volante a mi pareja – que ama conducir coches automáticos – y me puse a escribir con mi portátil. Aunque las Multivan cuentan con una mesa opcional y nuestra unidad llevaba el carril lateral para fijarla, no estaba en su equipamiento. Por tanto, decidí girar una de las dos butacas de la segunda fila, sentarme en la tercera, e ir trabajando con el ordenador en las piernas, completamente estiradas. Un verdadero placer, acompañado de la fresca temperatura de la climatización exterior.
Al devolver el coche, me queda claro que es una máquina ideal para grandes familias, o para aquellos que aún demandan un coche con siete plazas completamente reales. Es posible viajar cómodamente, sin restricciones de espacio o incomodidad, durante horas y horas. Sólo en otras furgonetas similares se consigue un resultado similar – ningún SUV o monovolúmen, a excepción del SsangYong Rodius, se le acerca. Las Volkswagen Multivan se pueden además encargar en versión de cinco plazas, con diferentes acabados, como el atractivo y lujoso Premium. Si queremos una versión camper, las Volkswagen California satisfarán nuestro espíritu aventurero… siempre que nuestro presupuesto sea lo suficientemente holgado.
Pero lógicamente, no todo es perfecto en la Volkswagen Multivan. Es un coche cuyas dimensiones suponen una limitación en ciertos aparcamientos y calles. Su tacto de conducción es más propio de una furgoneta que de un turismo – olvídate de un comportamiento ágil o un buen paso por curva – y en estos momentos carece de un gran componente tecnológico o una gran dotación de seguridad activa. Esto último será subsanado en el lavado de cara: gracias a la equitación de una dirección asistida eléctrica, ya podrá contar con asistente de mantenimiento de carril, avisador de vehículos en punto muerto o frenada automática de emergencia, entre otras asistencias a la conducción. Además, estrenará nuevo diseño e instrumentación digital.
¿Compensa esperarnos a esta nueva y renovada Volkswagen Multivan? Si valoras el componente tecnológico y asistentes a la conducción de última hornada, la respuesta sería un sí. No obstante, los atributos de modularidad y espacio de las Volkswagen Multivan permanecerán inalterados. Y el fin de ciclo comercial podría ser un buen momento para conseguir una Volkswagen Multivan a buen precio. A nosotros nos ha parecido una excelente compañera de viajes. Ahora bien, es un coche cuyo equipamiento, espacio y confort se paga: la unidad probada cuesta 43.435 euros, si la matriculamos como particulares.