Hasta la fecha se han vendido ya 18 millones de unidades del Volkswagen Polo. Su actual generación, ya la sexta, lleva entre nosotros desde el año 2017. Para que el utilitario de Volkswagen – que se fabrica en Landaben (Navarra) para el mercado europeo – se mantenga fresco y competitivo, la marca alemana lo ha actualizado de forma notable. En este lavado de cara no solo se actualiza su diseño, se actualiza de forma sustancial su carga tecnológica y sus asistencias a la conducción. Te contamos con detalle todos los cambios del Volkswagen Polo 2021.
Volkswagen Polo
1) Un diseño más cercano al Volkswagen Golf
El diseño del Volkswagen Polo ya acusaba en cierto modo el paso del tiempo. Y el motivo fue el lanzamiento de un Volkswagen Golf con un nuevo lenguaje de diseño, seguido de la familia de eléctricos de la marca. Por ello, estéticamente el Polo da un salto adelante para ponerse al día. No solo hay nuevos colores o diseños de llantas, su frontal y su zaga cambian de forma sustancial. En su vista delantera no solo destacan las nuevas ópticas con doble LED diurno, si no la barra de luz que ocupa el ancho entero del vehículo, con gran impacto visual.
El paragolpes delantero también ha sido rediseñado, resultando especialmente logrado en las versiones R Line. En la parte trasera el mayor cambio están en los pilotos traseros, que son más grandes y tienen tecnología LED. Su firma luminosa cambia, con dos segmentos interiores de funcionamiento alterno – según pisemos el freno, o tengamos las luces encendidas. Los paragolpes también son de nueva factura. En resumen, una muy apropiada mejora estética, que lo pone de nuevo en la cresta de la ola del segmento – mucho más atrevida que la del SEAT Ibiza 2021.
2) Un habitáculo renovado: más tecnológico… ¿pero más ergonómico?
Si en el SEAT Ibiza 2021 teníamos un habitáculo revolucionario, el Volkswagen Polo resulta mucho más conservador en este aspecto. El salpicadero del coche no varía, pero sí aumenta su carga tecnológica: todos los Polo tendrán ahora instrumentación digital Digital Cockpit – ya sea una versión básica de 8 pulgadas o la versión más grande de 10,25 pulgadas – y la pantalla del sistema de infoentretenimiento crece de tamaño hasta las 9,2 pulgadas de su versión tope de gama Discover Pro. Este sistema de infotainment cuenta con conexión permanente a Internet.
Y al mismo tiempo, permite la conexión al vehículo mediante una app para smartphone, además de contar con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos. Lo que no vemos tan positivo es que se elimina cualquier atisbo de botón físico para el sistema de infoentretenimiento, al menos en este Discover Pro. Y lo que es peor: se retiene un módulo separado para el climatizador, pero se reemplazan sus botones por mandos hápticos, con el mismo control deslizante de los Volkswagen Golf o Volkswagen ID.3 para el ajuste de temperatura.
Y estos mandos hápticos, son del trillado y abusado plástico negro piano. Aunque resultan más modernos y bonitos, suponen un paso atrás en ergonomía. Por último, Volkswagen instala un nuevo volante en los Polo, similar al que podemos encontrar en un Volkswagen Golf. Personalmente, creo que los cambios sufridos en el interior del SEAT Ibiza hacen que se encuentre un paso por encima de su hermano, al menos en lo tocante a habitáculo. Veremos cómo se posiciona el Skoda Fabia de cuarta generación, de inminente presentación.
3) Sin cambios en sus mecánicas, y sin hibridación
No hay cambios en las mecánicas de la gama del Volkswagen Polo. El punto negativo lo pone la falta de hibridación ligera en sus motores, punto en el que también flaquea el SEAT Ibiza, y en el que rivales como el Hyundai i20 o el Ford Fiesta no han perdido tiempo. La gama de motores consiste en un 1.0 MPI atmosférico de 80 CV y dos 1.0 TSI turbo, de 95 CV y 110 CV, con cambio DSG de siete relaciones opcional. Una versión 1.0 TGI de 90 CV, alimentada por gas natural comprimido, pone el punto final a la gama inicial de motorizaciones.
Sí, la gama inicial: habrá un Volkswagen Polo GTI, ¡y tendrá un motor 2.0 TSI de 207 CV!
4) Más seguro y con conducción semi-autónoma
Una de las grandes novedades del Volkswagen Polo 2021 son sus nuevos faros LED matriciales IQ.Light. Cuentan con ocho LED independientes en cada faro e incluso pueden proyectar ciertos avisos sobre el asfalto en forma de destellos, además de ser adaptativos y funcionar de la mano del asistente de luces largas. A estos faros LED se une un nuevo control de crucero adaptativo predictivo, capaz de tener en cuenta de forma proactiva las señales de tráfico o una curva inminente, y ajustando, por tanto, su velocidad a las condiciones de la vía.
Este control de crucero adaptativo es el núcleo duro del sistema IQ.Drive Travel Assist, capaz de conducir por sí mismo al coche, centrándolo en el carril y manteniendo la distancia con otros vehículos. Incluso es capaz de arrancar y frenar por sí mismo, siempre que mantengamos sobre el volante las manos. Por último, el nuevo Volkswagen Polo puede equipar alerta de tráfico cruzado trasero y su sistema de frenada de emergencia es capaz de reconocer también ciclistas. El detector de fatiga del conductor es también equipamiento de serie.