La fórmula de equipamiento bajo suscripción sigue levantando ampollas. Con marcas como BMW y Mercedes a la cabeza, el concepto de pago por uso para disfrutar de según qué equipamientos sigue sin convencer al gran público, motivo por el cual otras marcas están explorando sus propias fórmulas. Volvo también cree en el equipamiento bajo suscripción, pero aplicándolo de una forma diferente a sus rivales germanas, lo que pretende convertir a la marca sueca en una interesante alternativa para todos aquellos a los que la suscripción no les convence.
Tras la irrupción del concepto de equipamiento bajo suscripción el pasado 2022 por parte de BMW y Mercedes, lo cierto es que siguen existiendo opiniones muy diversas sobre este nuevo formato de compra en el mundo de los automóviles. La idea de que, tras la compra de un coche, disfrutar de funciones o equipamientos disponibles solo sea posible a través de un pago extra, no termina de gustar a muchos clientes.
Volvo EX90
En algunos modelos de BMW, poder usar los asientos calefactados del coche (que ya están instalados) supone un pago extra mensual de 17 euros, mientras que Mercedes sigue los mismos pasos al «obligarte» a una sucripción mensual si quieres disfrutar al máximo del eje trasero direccional de tu EQS (que ya está instalado) o poder usar la máxima autonomía que permite la batería del Mercedes EQE (batería que también está instalada). Hablamos por lo tanto de funciones que pese a estar disponibles, son bloqueadas mediante software para solo poder ser usadas si pagamos por ello.
Así las cosas, Volvo quiere distanciarse de este polémica, pues aunque la marca sueca también está de acuerdo con el equipamiento bajo suscripción, pretende aplicarlo de una forma diferente. Según ha declarado el jefe de operaciones de Volvo, Björn Annwall, la marca sueca solo pretende usar la suscripción para equipamientos y funciones de gran importancia como puede ser la conducción autónoma, descartando seguir los pasos de BMW y Mercedes. ¿El motivo? Dados los precios de coches como el nuevo EX90, donde será fácil movernos en el entorno de los 90.000 euros, Volvo no le ve sentido a cobrar un extra para poder usar los asientos calefactados.
Pero dicho esto, tampoco debemos olvidar que la idea de Volvo de cobrar una suscripción por disfrutar de conducción autónoma también es bastante cuestionable, pues los coches donde estará disponible esta tecnología ya tendrán instalado el hardware y el software para poder usar esta función, por lo que el propietario de dicho vehículo ya habrá pagado todos y cada uno de los componentes instalados, además del desarrollo que existe detrás de ellos.
Fuente: Bloomberg