Dicen que el rumor es la antesala de la noticia y en el caso del motor rotativo de Mazda, se ha cumplido al pie de la letra: contaban que la marca japonesa había encontrado la forma de anular su talón de Aquiles y así ha sido. Después de años de espera, el motor rotativo de Mazda ha vuelto y será presentado el próximo mes de enero en el Salón del Automóvil de Bruselas. Eso sí, el regreso no es el que muchos esperaban.
Si algo representa a Mazda es el motor rotativo (conocido, también, como Wankel), pero su revolucionario diseño giratorio fue dilapidado por sus niveles de consumo y emisiones. Irónicamente, su regreso se producirá como respaldo al criticado MX-30: funcionará como un extensor de autonomía del renovado modelo eléctrico que se lanzará en 2023.
Mazda MX-30
La historia
La historia de Mazda y su motor rotativo se remonta a los años sesenta, cuando firmaron un acuerdo con la empresa alemana NSU, que les proporcionó la tecnología necesaria para dar vida a aquel diseño. En el Salón del Automóvil de Tokio de 1964, la marca japonesa presentó el Mazda Cosmo Sport: el primer vehículo de producción en serie que estaba equipado con un motor rotativo. Tres años después era una realidad, aunque fue el Mazda RX-7 quien popularizó y mostró el potencial de esta tecnología.
No obstante, el motor rotativo de Mazda tenía un doble talón de Aquiles: su consumo y sus emisiones fueron, a lo largo de toda su vida, dos puntos conflictivos. Tanto que acabaron convirtiéndose en algunas de las razones por las que el Mazda RX-8 escribió el punto final de su historia en 2012. Aquel deportivo coupé, pero con cuatro puertas, fue el último modelo con motor rotativo.
El regreso
Sin embargo, Mazda no se dio por vencida y, después de muchos rumores sobre la continuidad de su desarrollo a lo largo de los últimos años, ahora sabemos que es una realidad. Aunque, como decíamos antes, vuelve como un extensor de autonomía para el único eléctrico (por ahora) de la marca.
Y es que el Mazda MX-30 necesitaba algo para incrementar su rango (y justificar su precio). El motor rotativo no regresa de la mano del nuevo Mazda RX-7 o RX-8 que esperaban los más ‘petrolhead’, pero, al menos, reinventa al eléctrico dándole una autonomía más cercana a la de un coche de gasolina: funciona a una velocidad constante para servir como extensor recargando la batería.
La autonomía es la debilidad del actual Mazda MX-30: su batería de 35,5 kWh ofrece un alcance de 200 kilómetros a un motor que genera 144 caballos y tiene un par motor de 271 Nm. Es como Mazda lo desarrolló hace muchos años, pero esperó hasta 2020 para comercializarlo… guardándose, eso sí, un as en la manga: la marca aseguraba que el extensor de rango no tardaría en estar disponible, aunque pasaba el tiempo sin noticias sobre él… hasta ahora.
De momento, Mazda no ha facilitado los datos técnicos del motor rotativo y tampoco desvelado si aumentará la potencia del motor eléctrico del nuevo Mazda MX-30 para compensar el peso adicional del rotativo. Para ello. Habrá que esperar un par de meses y para saber si veremos otro Mazda con motor rotativo, habrá que esperar a que pase el tiempo… aunque todo apunta a que existe un consenso general sobre que esta sería su única función.