Aunque los coches eléctricos son un concepto completamente diferente al de los coches con motor de combustión, lo cierto es que en realidad tampoco nos resulta tan lejano. Un coche eléctrico utiliza como fuente de energía una batería, igual que nuestros móviles. Y esta debe ser cargada con frecuencia para poder circular. Ahora bien, habrás visto que con un simple cable puedes enchufar tu coche a la red eléctrica y cargarlo. ¿Cómo es esto posible si en un móvil necesitamos un cargador? Porque tu coche lleva ya integrado un cargador de a bordo.
Qué es el cargador de a bordo
Si tienes algunas nociones sobre conceptos de electricidad, puedes pensar que el cargador de a bordo es simplemente un transformador. Es lo mismo que tenemos en el cargador de un móvil. Su función es la de convertir la corriente alterna que tenemos en un enchufe convencional a la corriente continua con la que funcionan la inmensa mayoría de los dispositivos, incluida la batería de nuestro coche eléctrico.
La principal diferencia entre el cargador de a bordo y el cargador de un móvil es que el primero está integrado dentro del propio coche. Por eso solo necesitas un cable. Es como si dentro del móvil tuvieras el bloque del cargador y solo tuvieras que enchufarle el cable USB.
Un móvil es demasiado pequeño para esto, pero un coche eléctrico tiene más espacio disponible, aunque aun así plantea una serie de desafíos que los ingenieros tienen que enfrentar.
La complejidad del cargador de a bordo
El cargador de a bordo es un elemento importantísimo porque siempre que conectamos el coche a una red de corriente alterna necesitamos que la electricidad sea gestionada por este pequeño aparato integrado en el coche.
Y esto implica que el cargador deba estar diseñado para funcionar en diferentes modos. La batería almacena energía en corriente continua y con un nivel de voltaje e intensidad determinados.
Así, el cargador de a bordo tiene que transformar la electricidad a corriente continua y ajustar el voltaje e intensidad. No obstante, no todos los puntos de carga son iguales. Puedes encontrar tomas de 220-240V, pero también puedes encontrar tomas de 120V. Esto es relativamente normal a nivel doméstico. Además, todas estas tomas funcionan en modo monofásico.
En cambio, en una zona industrial en la que se instalan máquinas de alto consumo, no es raro contar con tomas trifásicas. El cargador de a bordo tiene que asumir también la electricidad en modo trifásico.
Además, no nos olvidemos de que el coche suele sufrir bastante más de lo que sufre un móvil, por ejemplo. Tiene que estar durante muchas horas a la intemperie, soportar temperaturas altas y muy bajas, baches, golpes, traqueteos, y temblores constantes… y aun así no debe fallar nunca. De hecho, un fallo en el cargador de a bordo podría ser crítico. Debido a todo esto, el cargador de a bordo es un elemento que requiere de una precisión y de un desarrollo importante.
¿Un cargador de a bordo funciona en carga rápida?
No, y sí. Cuando hablamos de carga rápida en un coche eléctrico por lo general nos referimos a las estaciones de carga que transfieren electricidad a nuestro coche directamente en corriente continua, cargando la batería del coche, sin necesidad de utilizar el cargador de a bordo para transformar la electricidad.
Así, cuando tenemos que usar el cargador de a bordo es cuando tenemos que transformar la electricidad de corriente continua a alterna. Y en estos casos la carga de la batería no es tan rápida.
No obstante, con un cargador de a bordo podemos cargar la batería más rápido o más lentamente. Como hemos dicho, si nos conectamos a una red doméstica monofásica, cargaremos más lento que si conectamos a una red trifásica industrial, y en los dos casos usamos el cargador de a bordo. Así, sigue habiendo una forma de cargar la batería algo más rápido cuando usamos un cargador de a bordo, en función del suministro eléctrico.
¿No podríamos tener este cargador fuera del coche?
Sí. De hecho, es precisamente eso lo que encontrarás en los denominados cargadores rápidos. Estos cargadores hacen «lo mismo» que el cargador de a bordo, transforman la energía trifásica en corriente alterna a corriente continua que suministrar directamente a la batería del vehículo, sin necesidad de que actúe el cargador de a bordo. Debido a esto se aceleran mucho los tiempos de carga.
El gran problema es que necesitamos una instalación más cara y precisa para poder disfrutar de este tipo de carga. Por lo general, es la que encontramos en las gasolineras que ofrecen carga rápida para coches eléctricas.
Debido a que estas instalaciones no son las más habituales, no podemos prescindir, al menos ahora mismo, del cargador de a bordo. Y es que resulta muy fácil encontrar una toma eléctrica en corriente alterna, en cualquier toma Schuko que tengamos en casa por ejemplo, pero mucho más difícil tener una en corriente continua precisa para nuestro coche.
Por ejemplo, muchos de los puntos de carga que encontrarás en los centros comerciales son de corriente alterna. Es más, muchos puntos de carga domésticos que instalan los propietarios también son de corriente alterna, porque no necesitan una velocidad de carga tan rápida para hacer desplazamientos diarios a nivel urbano. De hecho, que cuenten con una toma Mennekes no quiere decir que tengan la carga más rápida posible, pues al final dependen del suministro doméstico que tengamos en casa o en la empresa.
No olvidemos que por la propia instalación y por el modo de transferir electricidad, la carga rápida en corriente continua también podría salirnos más cara que enchufar el coche en casa y hacer uso del cargador de a bordo.
Los cargadores de a bordo podrían ser más importantes en el futuro
Aunque hemos planteado la posibilidad de que el cargador de a bordo pueda ser algo prescindible el día en el que tengamos tomas de corriente continua de forma generalizada, lo cierto es que en el futuro podrían tener un papel más interesante.
Actualmente todavía no hemos visto desarrollada en profundidad la posibilidad de utilizar el vehículo como fuente de energía. No obstante, esto es algo que está planteado para un futuro no muy lejano.
Al fin y al cabo cualquier coche eléctrico cuenta con una gran batería que puede ser utilizada como un acumulador. De forma inteligente la batería podría cargarse en el horario más económico según la tarificación de luz, y después utilizar esta batería para abastecer las necesidades de nuestro hogar en el momento en el que la luz está más cara, consiguiendo un ahorro.
Si esto lo combinamos con sistemas de generación de electricidad como placas fotovoltaicas o aerogeneradores, podemos convertir al coche en un elemento clave de suministro de electricidad en nuestro hogar.
Y esto lo podemos llevar a cualquier situación. Nuestro coche se convertiría en un generador de electricidad que podemos enchufar a la red de casa o a la red de la oficina. De esta manera, si nos quedamos sin luz, la batería almacenada en el coche nos serviría como energía de emergencia.
No obstante, para poder utilizar el coche de forma generalizada como un generador, necesitamos este cargador de a bordo. Recordemos que tenemos la electricidad almacena en corriente continua en la batería, y el cargador de a bordo actúa como transformador. Así, cuando pensamos en el futuro de los coches eléctricos, no pensamos tanto en prescindir del cargador de a bordo como de que actúa como un elemento clave que convierta nuestro coche en un generador de electricidad de emergencia, o incluso como una batería más que tengamos en casa.