La energía se está convirtiendo en un bien cada vez más preciado. Sea por unos motivos o por otros, con el precio del gas al alza, y el del combustible y la electricidad siguiendo su camino, encontrar una forma de energía que se pueda conseguir fácilmente se antoja algo imprescindible. Curiosamente, ya existe y hace años que la conocemos. Ya estamos aprovechándola, de hecho. Se trata de la energía solar. Y es clave tanto para el presente como el futuro.
Qué es la energía solar
La energía solar es aquella que proviene del Sol, así de sencillo. De hecho, es lo que le da nombre. La energía fotovoltaica, que es aquella en la cual aprovechamos la radiación solar para obtener energía eléctrica, es una forma de energía solar. Aunque no es la única. Por eso no debemos confundir energía fotovoltaica con energía solar. Esta última engloba a la anterior, pero también a otras.
Mientras que la energía fotovoltaica hace uso de paneles solares, otras formas de energía solar aprovechan el calor de la energía del Sol. Por medio de espejos, se concentra la luz en un punto definido, con el objetivo de calentar un fluido o directamente agua. En determinadas instalaciones, el agua es utilizada directamente para consumo y calefacción.
En cambio, también se puede utilizar el calor para producir electricidad. En este caso hablamos de energía termoeléctrica. Calentando el fluido, este se evapora, y el vapor hace rotar una turbina que por su movimiento genera electricidad. En vez de usar carbón o gas para calentar ese fluido, se utiliza la energía solar.
Una planta de producción de energía solar termoeléctrica en Israel.
Las ventajas de la energía solar
En realidad no hace falta prácticamente explicar las ventajas de la energía solar, que son bien conocidas. La principal es el hecho de que es una fuente de energía renovable. Las previsiones dicen que al Sol le quedan todavía unos 6.500 millones de años de vida. En cualquier caso, es mucho más de lo que durarán las reservas de fuentes de energía fósiles como el petróleo o el gas.
De hecho, se calcula que en 18 días recibimos tanta energía del Sol como la que produciríamos con todas las reservas de fuentes fósiles que hay en la Tierra. Es decir, que recibimos completamente gratis, y sin impedimento ninguno, energía en cantidades brutales. Solo queda aprender a sacar el máximo partido de ello.
Huella de carbono nula
Por otro lado, la huella de carbono de la producción de energía solar es prácticamente nula. Más allá de lo que puede costar la fabricación de la maquinaría y el instrumental, no se contamina en nada el medio ambiente.
Incluso la fabricación de los paneles solares no es especialmente problemática, pues están principalmente compuestos por silicio, el segundo elemento más común en la superficie terrestre.
El Tesla Cybertruck incorporaría una placa solar en la cubierta del cajón trasero.
Las desventajas de la energía solar
En cambio, hay un problema con la energía solar. Y es que no está disponible las 24 horas del día. La eficiencia también puede bajar en días más nublados o de mal tiempo. Y es necesaria una gran superficie de paneles.
No obstante, son problemas que vamos encaminados a superar. Con la tecnología de baterías avanzando, sin problemas especiales a niveles de espacio, y con una mejora esperable a nivel de eficiencia que nos permita conseguir producir más energía con paneles más pequeños, la evolución normal es prometedora.
De hecho, ya Elon Musk habló sobre el potencial que podría tener un país como España en la producción de energía fotovoltaica. Precisamente ha sido Tesla la que ya ha fabricado algunas de las baterías de más capacidad y mejor rendimiento que se están utilizando para acumular energía en algunas centrales solares.
Y todo ello sin olvidarnos de que la energía solar podría tener un papel clave en los coches eléctricos. Sin ir más lejos, el Tesla Cybertruck integraría un panel solar de gran tamaño que ayudaría a aprovechar la energía solar para ir recargando dentro de lo posible la batería del coche.
