El Ford Mustang Mach-E es un crossover 100% eléctrico, del segmento C, fabricado por Ford desde de 2020. El Ford Mustang Mach-E se caracteriza por contar con una amplia autonomía eléctrica, superior a los 510 kilómetros en su variante Extended Range. Actualmente se comercializa su primera generación. El Ford Mustang Mach-E se fabrica en la planta que Ford tiene en Cuautitlán Izcalli (México).
Entre los coches eléctricos que aspiran a rivalizar con el Ford Mustang Mach-E nos encontramos con otros SUV de su clase, entre los que destacan el Tesla Model Y, el Volkswagen ID.4, el Audi Q4 e-tron y el BMW iX3.
Diseño Exterior del Ford Mustang Mach-E
El Ford Mustang Mach-E se presenta con una imagen atractiva, completando una estética robusta como la que ya muestran otros SUV como el Lamborghini Urus. Destaca la ausencia por completo del logotipo ovalado de Ford, luciendo en todo momento el histórico pony del Mustang. Se aleja de las formas de un crossover coupé para evitar que pueda desentonar dentro de la gama del popular muscle car estadounidense.
La calandra del Ford Mustang Mach-E está ocluida aprovechando que estamos frente a un SUV 100% eléctrico, flanqueada por las ópticas frontales de tres lamas verticales de los deportivos, así como un diseño de capó que ha sido heredado directamente del pony de Detroit. La silueta del coche cinco puertas combina una caída del techo progresiva con un pilar C, que termina acoplándose con los marcados pasos de rueda traseros, evidenciando una transición poco disimulada que rememora las formas clásicas del Mustang, incluidos los icónicos pilotos traseros estrenados en 1964 por la primera generación. Los tiradores de las puertas se mantienen ocultos, aunque en este caso no se apuesta por las cámaras en lugar de retrovisores como en el caso del Audi e-tron.
Gama mecánica
En lo que a mecánica se refiere, el Ford Mustang Mach-E se ofrece con hasta cinco opciones. Empezando por la llamada Estándar, nos encontramos con un único motor posicionado en el eje posterior que desarrolla 268 CV y 430 Nm de par. Este se encuentra alimentado por una batería de 72,6 kWh de capacidad, lo que se traduce en una autonomía de 470 kilómetros.
El siguiente escalafón lo ocupa el Mach-E Premium, versión que está disponible con tres motores. El primero es el AWD, y declara 329 CV y 435 Nm de par y una autonomía de 435 kilómetros; el segundo vuelve a ser propulsión, cuenta con una batería de 91 kWh, 294 CV y 430 Nm de par y una autonomía de 600 kilómetros; y el último es el tracción total de rango extendido, variante que recurre a esa misma batería de 91 kWh, declara 370 CV y una autonomía de 550 kilómetros.
Y por último pero no por ello menos importante el Ford Mustang Mach-E GT, la variante deportiva. Esta esconde a dos motores eléctricos capaces de desarrollar 487 CV y 850 Nm de par, cifras que catapultan al SUV eléctrico hasta los 100 km/h en 4,4 segundos y permiten una velocidad punta de 200 km/h, prestaciones que se complementan con una autonomía de 515 kilómetros.
Diseño interior del Ford Mustang Mach-E
El diseño del interior del Ford Mustang Mach-E es limpio, en este caso empleando una configuración que ya utilizan algunos de sus rivales. Destaca especialmente la pantalla que controla el sistema de infoentretenimiento, en disposición vertical con un tamaño de 15,5 pulgadas que, irremediablemente, recuerda a la propuesta de Tesla.
La instrumentación también cuenta con una pantalla digital de 10 pulgadas situada tras el volante, con mandos en el volante que permiten configurar distintos elementos, así como consultar alguna información sin apartar la mirada del frente. Si en el exterior están claros los guiños al pasado, dentro del habitáculo la propuesta es mucho más futurista y lineal.
¿Cómo va dinámicamente el Ford Mustang Mach-E?
En Diariomotor hemos tenido la oportunidad de probar el Ford Mustang Mach-E. Estamos hablando de un coche bastante polivalente al encontrarnos con un Mach-E que es perfectamente válido para viajar por tamaño, confort y autonomía pero, a la vez, también cuenta con un buen chasis que puede permitir que nos divirtamos.
En las versiones más convencionales el tarado de la suspensión es muy equilibrado, ofreciendo un buen compromiso entre dinamismo y comodidad. Y aunque bien es cierto que por dimensiones no es el coche ideal para la urbe, no es incompatible con esta al contar con la etiqueta CERO y disfrutar de unos consumos más ajustados en este entorno.